Casino 2da. Parte

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- (Solamente me acosté en mi cama y abracé la única almohada, tenía una pequeña ventana cerca del techo de mi habitación, era muy pequeña que solamente podía ocupar un brazo. Sólo me quedé viendo esa pequeña ventana por un momento, en ella no podía ver el cielo. Solamente la cueva en el cual el casino le rodeaba. Las horas eran eternas y nadie llegaba a mi puerta. Sólo escuchaba voces fuera de la habitación, pero nadie abría la puerta. Pasó unos minutos hasta que escuché la puerta abrirse y vi que eran esos cuadrados blancos de nuevo).

Pip - Hola mucho gusto, mi nombre es Pip y ella es mi esposa Dot.

Dot - Mucho gusto.

- ... Igualmente. (Traían una bandeja con un poco de comida). Yo me llamo...

Pip - (T/N). Lo sabemos. Eres muy popular entre todos los trabajadores.

- ¿A sí? ¿Por qué? *Miro extrañada a ese par*

Dot - La manera que golpeaste al jefe... Fue épico. Tienes que ser alguien muy importante como para seguir viva.

- Se lo merecía... Cambiando de tema. Lamento mucho el susto que les di. No era mi intención.

Pip - No te preocupes, hemos pasado peores sustos. El tuyo fue divertido.

Dot - Sí, nos divertirnos mientras corríamos.

- Perdonen la pregunta... Pero, ¿qué son?

Pip - Somos piezas de domino, yo voy arriba y Dot abajo.

- ¡Oh! Domino... Nunca pude jugarlo.

Dot - Te vamos a enseñar.

Pip - Sí, es muy fácil.

King Dice - ¿Por qué siguen aquí? Solo debían traer la comida y retirarse.

Pip y Dot - Lo sentimos, Jefe. Fue un gusto hablar contigo, (T/N). *Se retiran de la habitación *

King Dice - No deberías de hablar con los empleados del casino.

- ¿Eso también lo ha dicho Devil?

King Dice - No... Pero no quisiera que él te hiciera daño por hacerlo.

- Por si no lo has notado, estoy suficientemente dañada. Otro más en mi gran lista de daños, ya no hace diferencia.

King Dice - No conoces a Devil enojado.

- Claro que sí.

King Dice - ¿Qué?

- Conozco a dos demonios enojados. Uno es peor que el otro. Devil es más suave. Y sé perfectamente que si no salgo de este lugar, no me hará algo. No hasta cumplir su cometido, después no lo sé.

King Dice - Realmente no es un Devil suave. No sé que tipo de Devil hayas conocido. Pero realmente es muy cruel cuando quiere serlo y se ha vuelto más cruel con lo sucedido con las tazas. Eres de las primera al cual él no mató en el principio.

- No haré nada. Ya sé con quien se desahogaría toda su ira. No dejaré que te haga daño.

King Dice - ¿A mí?

- Ya conozco sus tácticas, no hacen daño a quien necesitan pero siempre uno es el blanco de toda su ira. ¿Crees que no sé que es pasar por esas torturas, Dice? Por esa razón no quiero meterte en problemas... Ya me cansé de hacer sufrir a otros.

King Dice - Ya veo... Lo siento, por todo.

- Ya, no hay resentimiento. (Intento dar una sonrisa, pero no puedo evitar ya sacar una lágrima e inmediatamente lo limpio con una mano).

King Dice - No actues fuerte, al menos conmigo.

- (Me vuelve a dar un abrazo, el cual yo correspodí pero decidí separarme rápidamente. Ya que vi a Devil parado en la puerta).

King Dice - ¡Señor! *Se para inmediatamente y compone su traje morado*

Devil - Sal, necesito hablar a solas con (T/N).

King Dice - Como ordene. *Se retira de la habitación y cierra la puerta*.

- ¿Qué haces aquí?

Devil - ¿Realmente me consideras un monstruo?

- ¿Qué?

Devil - Puedo ser malvado con otros seres. Pero realmente contigo no puedo serlo. Y no sé porque crees que lo soy.

- No te considero como un monstruo... Completamente.

Devil - Sabes perfectamente que te he tratado como una hija tantos años. Me dolió tu traición y por eso es que te debo odiar... Quería tu alma, pero no te debía dar ese poder que pedías. Estabas tan cegada por tanto odio, que no analizabas las consecuencias. La destrucción de ese maldito es por llevarse dos cosas tan importantes para mí. Mi confianza... Y tú. Realmente quiero que me creas cuando te digo que no te haré daño.

- Sabía que seguías siendo suave.

Devil - ¿Suave? ¿Me describes así?

- Sí. Sabía que podía tener ese poder que tanto quise, pero... No pude. Y la única razón del porque me fui con él, fue solamente por el contrato. No quería irme, tenía miedo.

Devil - Cuando acabemos con todo esto. Quiero que me cumplas dos de mis peticiones.

- ¿C-cuáles?

Devil - Te quedarás a mi lado y romperás ese contrato.

- Lo prometeré si tú me prometes que también no harás daño a Dice, a los trabajadores de este lugar y mis amigos de afuera.

Devil - Tú y tus peticiones... *suspira y gruñe* Está bien... Respecto a tus amigos de afuera. Ellos están bien. Preocupados por ti. Pero están bien.

- ¿En serio? Muchas gracias, Devil.

Devil - Sí sí. Ahora come.

- ¡Lo haré! *Sonrío*

Sentimientos fuertesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora