Conociendonos

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Era una tarde de mucha lluvia, el fin de semana había llegado para suerte de Adam, esa semana en el trabajo había tenido demasiada gente levantando quejas, ya que trabajaba en recursos humanos de una empresa que de a poco iba ganando fama, iba en el tren rumbo a casa, mirando como la lluvia golpeaba contra la ventana, despegó la mirada de ella y observó a los pasajeros, había 6 mujeres para ser exacto, alguna de esas mujeres podría ser Daisy y el no saberlo, el tren se detuvo en su parada, su casa no queda más a más de 3 calles de él, por lo cual siempre iba caminando, pero con la lluvia optó por tomar el camión.

Al llegar a casa, se encontró con Domhnall haciendo la cena, ese chico era su mejor amigo, se llevaban de maravilla, siempre le fue honesto y leal, por eso cuando le dijo que necesitaba un hogar, Adam no dudó en ofrecer su casa.

-Estoy en casa- habló Adam mientras tomaba asiento en el comedor.

-Genial- dijo Domhnall- La cena está casi lista pero tengo algo para ti- corrió a la sala.

Adam lo miró intrigado al ver cómo se iba y cuando volvió su cara fue de emoción total.

-Daisy ya te respondió- dijo dándole la carta- Llegó esta mañana, supuse que te alegraría y ahora me doy cuenta de que sí- Concluyó.

Miró la carta unos momentos antes de abrirla.

-Iré a mi habitación a leerla.- dijo con una sonrisa en la cara, Domhnall asintió con la cabeza.

Rápido, camino a su cuarto, se acostó boca abajo sobre la cama y comenzó con la lectura

Hola Adam,

Me alegra mucho recibir tu respuesta, pensé que no me responderias, bueno tengo que admitir que estoy muy emocionada, es la primera vez que intercambió cartas, como ya te había comentado mi nombre es Daisy Ridley, me gustaría saber sobre ti, ya sabes tus gustos, tus pasatiempos, lo que odias, sé que esta carta es muy corta pero no sé me ocurre más que decir, pero estoy segura de que cuando empecemos a hablar más, los temas irán saliendo de poco a poco, espero hayas tenido un lindo día.

Hasta pronto,

Daisy

Había leído la carta con una sonrisa, pensó que jamás le iba a escribir, pero ahí estaba la prueba de que a aquella chica misteriosa le interesaba conocerlo, se levantó y miró en el espejo, no era un tipo guapo, tenía unas enormes orejas, labios gruesos, nariz grande, aún recordaba cuando en sus años de escuela, una chica le rompió el corazón diciendo: “Eres demasiado feo para que alguien como yo sé fijé en ti”. Eso sumado a las burlas de las demás personas por su físico. Ahora todo eso estaba en el pasado, se volvió un hombre seguro de sí mismo, la burlas ya no le afectaban, se gustaba a sí mismo como era y eso bastaba.

Volvió al comedor donde Domhnall estaba por servir la cena, un día cocinaba Adam y otro cocina él, la cena pasó sin que ninguno de los dos dijera nada, Adam rompió el silencio.

-Está interesada en conocerme.- dijo él, y miró a su amigo.

-¿Y tú? ¿Estás interesado en conocerla? - preguntó.

-Sí, siento que algo lindo va a salir de todo esto, estoy muy emocionado, y pienso escribir la respuesta después de esta plática.- se rió demasiado, le resultaba gracioso saberse así.

-Menos mal no tienes una foto- Adam entendió a qué se refería y le lanzó una mirada seria. - Sabes bien que te hago burla desde que empezó todo esto, pero no creo que Daisy sea una abuelita.- concluyó levantándose de la mesa y llevando los platos al fregadero.

-Gracias por no hacerme creer eso.- dijo irónico- Me voy, tengo que escribirle.- dijo con una sonrisa en los labios.

Domhnall lo vio también con una sonrisa, le agradaba mucho que Adam se volviera a ilusionar con alguien, y también esperaba que algo lindo resultara de todo esto.

Gracias por leer, agradezco su apoyo y espero que les guste

CARTAS AL PASADOWhere stories live. Discover now