A SANGRE FRÍA ©│Fantastic Beast 「Grindeldore Fanfiction」

Ⅱ

La noche nuevamente los enfunda a ambos, siendo la única fuente de luz la pequeña ventana que la celda poseía.

A pesar de que la prisión de Nurmengard no era el lugar que él habría preferido para estar a solas con Grindelwald, debía agradecer de que al menos le dieron el permiso de justamente eso...Estar a solas.

Él no quería meterlo ahí, en verdad que no.
Pero era eso o lo matarían. Y ya mucho se esmeró en vencerle en batalla sin tener que acabar con su vida.

—¿A caso planeas quedarte allí por lo que resta de la noche? Bueno, no me mal entiendas. No es que no goce de tu compañía, pero al menos avísame para  ponerme un poco más presentable — habló el de claros cabellos.

Albus, quien estaba apoyado en los barrotes de la celda dándole la espalda, suspiró con lentitud y con vacilación decidió girar su cuerpo para mirar de frente a su ex mejor amigo.

—¿La verdad?, sí que te vez horrible, pero he visto peores.

Gellert responde con una pequeña sonrisa.

—...Aunque hablando ya con un poco más de seriedad, no deberías estar aquí.

—Sí, lo mismo me dijeron todos. Creo que no soy muy bueno acatando órdenes.

—Bueno, pero ser tú, tiene sus privilegios —contesta Grindelwald mientras trata de hacer un ademán con sus manos esposadas —. Y, ¿a qué debo realmente el placer de tu visita, Dumbledore?

El susodicho no pudo responder. Su boca simplemente no emitía palabra alguna.

Así que con un hechizo traspasó los barrotes y a paso lento se acercó al rincón de la habitación, donde yacía Grindelwald sentado.

Se inclinó hacia su rostro para admirar nuevamente los ojos que, al igual que en sus años de juventud, no paraban de parecerle una de las cosas más maravillosas que él haya visto jamás.

Dudó en hacerlo, pero al final permitió que sus deseos impulsivos lo controlaran.
Sólo sería por esa noche después de todo.

Con una de sus manos acunó el pálido rostro de Gellert y sonrió con inconmensurable dolor.

—Siempre me ha encantado la manera en que miras al mundo. La intensidad con la que tus ojos miran a todo su alrededor. —susurró Albus, tratando de que su voz no se quebrase—. Siempre quise que me miraras con esa misma intensidad. ¡Por la barba de Merlín! No sabes cuánto he anhelado que me miraras alguna vez con deseo. De lo que sea que quieras. Sin importar las intenciones. Sólo que me desearas. Pero hasta el día de hoy tus ojos siguen mirándome indescriptibles. Como si ni siquiera supieran quién soy.

Con tristeza, Albus baja la mirada mientras que retira con delicadeza su mano del rostro de Gellert y nuevamente le da la espalda para retirarse de la celda.

—Etéreo, diría yo. —responde Grindelwald sorpresivamente.

—¿Qué? —Dumbledore se detiene.

—Etéreo. Así es como mis ojos te ven. Así es como te veo yo—Gellert guarda silencio por unos instantes— No sé con certeza si alguna vez correspondí o si corresponderé a los honorables sentimientos que tu corazón profesa hacia mí. Pero claro está que no puedo mirar de igual manera que al resto a alguien que demuestra ser tan talentoso, tan poderoso y tan brillante como tú, Albus. Ciertamente no puedo negar mis intenciones de acabar contigo, pero fue porque no me dejabas de otra. Y aunque tuve la oportunidad de hacerlo, creo que simplemente no quise usarla. A pesar de todo, siempre fue y seguirá siendo mi decisión predilecta el tenerte a mi lado. Y si se me permitiera, haría cualquier cosa para que aquello hubiese sido así.

Con aquellas palabras, Albus ya no sabía qué hacer.
De sus ojos las lágrimas comenzaron a brotar, pero no tenía las suficientes fuerzas de siquiera moverse.
No quería emitir sonido alguno, pues, lo que menos deseaba era que Gellert lo viese así.

—Supongo que esta es la última vez que nos veremos, ¿No? Por eso es que has venido hoy —dijo Grindelwald mientras se levantaba de su asiento y caminaba aún con los pies esposados hasta llegar al lugar donde Dumbledore yacía inmóvil —. Entonces, al menos déjame despedirme de ti como se debe —puso sus manos sobre los hombros de Albus para poder darlo vuelta y verle a la cara.

Su mirada estaba quebrada y sus ojos nadaban en llanto.

Grindelwald sonrió con ternura y esta vez fue él, quien acarició el rostro del contrario. Dejando reposar sus manos en la tersa piel.

—Adiós, querido amigo.

Y con un gentil beso, Gellert a sangre fría... acabó con su corazón.

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−／ c o l d   b l o o d ＼−
❛ and in cold blood, with a
kiss he killed me ❜

E T É R E O;
que es intangible
o poco definido,
pero a la vez, sutil
o sublime.

Esta obra va dirigida a Johnny Deep como muestra de apoyo a su actual lamentable situación con Warner Bros y Amber Heard.
(de paso, jódete Amber)
#JUSTICEFORJOHNNYDEEP