El comienzo de un desastre

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La tensión en el ambiente subía a niveles desbordantes, aquello ya no era una agradable fiesta de bienvenida, las miradas de los presentes en aquel lugar se clavaban en una pareja que yacía en medio del elegante salón, ambos se miraban fijamente sosteniendo la mirada al otro, los murmullos comenzaban a escucharse, la azabache no comprendía la magnitud del rechazo que acababa de hacerle al piel canela en un lugar tan concurrido, y el joven de ojos zafiro simplemente no podía creer que aquella altiva mujer de verdad estuviese rechazándolo y con ello, humillándolo frente a medio campus universitario, el ya tenía una reputación labrada desde hacía tres malditos años y esa estúpida mocosa acababa de arrojarla al suelo junto con su dignidad y orgullo.

Sin lograr contener la cólera que ya lo invadía, un furioso Seth tomo las frágiles muñecas de la joven nívea arrastrándola fuera de aquel salón de fiestas, siendo observados de manera temerosa por los presentes, los de grados más altos ya sabían bien que aquella frágil jovencita no acabaría bien parada de aquella furia que inocentemente provocó en el piel canela, muchos prefirieron desviar la mirada, pues retar a aquel joven era firmar una expulsión de la universidad, nadie podía ni quería defender a la joven que creían indefensa, aunque sí que sentían lástima por ella, un grupo de angustiados amigos corrió detrás de la pareja seguidos de un fastidiado William que estaba furioso por qué la velada que tanto se esforzó por preparar se había ido a la mierda por culpa del idiota de Meuric, no se hablaría de otra cosa al día siguiente más que del rechazo y tonterías de aquel ojos zafiro.

- ESCUCHAME BIEN MOCOSA, AHORA MISMO VOLVERAS A ESA ESTÚPIDA FIESTA CONMIGO Y DEJARAS QUE HAGA CONTIGO LO QUE ME VENGA EN GANA HACER, DE LO CONTRARIO TE LAMENTARAS!! - Seth estaba colérico, ni siquiera lograba razonar las palabras que le gritaba a la azabache que sujetaba con fuerza y apretaba, inconscientemente lastimándola, era como un niño a quien le acababan de negar su postre favorito, no estaba en sus cabales y tristemente había una poderosa razón a ello.

- PERO QUIEN TE CREES QUE ERES, A MI NO ME VENGAS A QUERER ASUSTAR, CREES QUE TE TENGO MIEDO? QUE ME DEJARE HACER POR TI LO QUE DESEAS SOLO PORQUE ESTAS PODRIDO EN DINERO? NO ME CONOCES, NO SABES NADA DE MI- respondía la azabache visiblemente molesta, pretendiendo dejar allí al piel canela que le sujetaba con fuerza y que evidentemente no planeaba dejarla marchar fácilmente.

-CALMA SETH, NO LASTIMES A LA SEÑORITA JHONSON, NO TE OFENDIO A PROPOSITO IDIOTA! SI LA LASTIMAS TE METERAS EN UN PROBLEMA! ES LA BECADA DE JOSEPH BILLINGHURST!- gritó el asustado Arthur a su amigo que no se cansaba de meterse en problemas, cada vez más grandes.

Los dos peliplata, miraron aún más sorprendidos la escena, ignoraban de que la hermosa joven era quien había ganado la beca especial que su padre ofrecía cada año a alumnos sobresalientes, y a quienes siempre terminaba tomándoles cariño.

Seth incremento la fuerza de su agarre arrastrando a la muchacha que ya estaba encolerizada hasta tomar su hermoso rostro con su mano, a pesar de lo dicho por su amigo, no le interesaba ganarse de enemigo al patriarca de los Billinghurst, nunca dejaría que nadie le pasara a su orgullo por encima, menos una mocosa que seguramente quería lo que cada ofrecida que estudiaba allí, dinero.

-mira niña, eres muy hermosa, no lo voy a negar y si lo que te interesa es dinero yo puedo darte todo el que quieras, tan solo déjame meterme entre tus piernas - le propuso en un susurro imperceptible a los espectadores que conformaban los hermanos Billinghurst, Sasha, Arthur, un joven moreno de ojos celestes que observaba sumamente divertido aquella situación y una joven de frágil aspecto que miraba celosa a la azabache.

Un golpe fuerte resonó entre los incrédulos testigos que acababan de presenciar una escena que cualquiera de ellos, que conocían a la perfección al piel canela, jamás imaginó ni en sus más bizarros sueños ver.

Prejuicios y Amor (Wattys2019)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant