La Deuda

156 2 0
                                    

Fue una noche junto al diablo,
me susurró que me costaría,
obviante dudando de su palabra,
le pregunte:

¿Qué me costaría?,
la deuda de tú amor...
¿Pero porqué me cobrarías?
¿Acaso te pedí qué lo trajieras?
¿Es mí culpa que tú demonio se enamorará de una bruja cómo yo?,
¿Y sí deuda tengo, a quién debo pagar?,
¿A tí, querido, o a dios?,
¿De ser así, dónde está?
¡quiero herviló en mí sangre!,
¡quiero comerme su corazón!,
porque por él, mi espíritu se volvió alma,
porque yo no pedí el amor,
mucho menos pagar por ello;
si la única deuda que tengo,
¡Oh diablo!
es a ese demonio que me has dejado,
que lo amo con el alma que tú dios me otorgó.

No vengas a cobrarme,
¡págame descarado!,
yo entiendo bien tu nombre,
pero, con una bruja cómo yo,
jamás has jugado;
la deuda que tienes conmigo ya es grande...
¿y qué te debo yo, bruja?
me debes mí vida sin amor,
me debes mí espíritu y mí aliento,
ahora pregúntate Lucifer;
¿Dónde dejaste mí luz?...

Espero mí paga;
tan buena bruja soy,
que el pago te lo dejó hasta que muera,
te esperaré a un costado,
de tu reino y del reino de dios,
eso sí, vuelve con el cuerpo de ese dios que me ha castigado,
y lo botas a un lado,
para poder comerme su dulce corazón,
¡hervirló en mi sangre!
y convertirme en luz.









Poemas De Amor Y Amargura Where stories live. Discover now