ALGUIEN QUE SOLÍA CONOCER (Gay Love)

Capítulo 2: "Lobo"

Julián me invita a pasar a su casa... bueno, la casa de sus abuelos.

Me comentó que en esa casa solía vivir con su mamá, papá, hermana y abuelos, pero llegó un momento en el que sus abuelos se mudaron a otra, mientras que él y sus padres junto a su hermana se mudaron a otra ciudad a estudiar. Es por eso que se ve algo... ¿abandonada? 

En fin, el punto es que al ingresar Julián estaba atendiendo una llamada, por lo que tuve que esperar a que termine.

-Sí claro, no hay problema, yo puedo coordinar ello.

¿A qué se referirá? 

-Normal, tengo algunos libros de física que quizás te puedan servir.

Hago un gesto de desagrado y murmuro.

-Agh, física.- Me mira.

-¿No te gusta la física?- Me dice tapando el micrófono del móvil. - Niego con la cabeza.

Julián termina de hablar con quien sea que haya estado hablando. 

Nos sentamos juntos en el mueble, estoy demasiado nervioso... coloco mis manos sobre mis muslos esperando a que él diga algo...

-¿Trajiste los cigarrillos?- Me mira directo a los ojos, no puedo alzar la mirada pero puedo sentir que lo hace... y muy intenso. 

-S-si...- Saco de manera torpe los cigarros y se los doy.- No habían los que me pediste, pero traje de estos.

-Carajo, bueno, no importa.- Sonríe. Me sonrojo.- Por cierto.- Me abre la casaca que traía puesta.- Tengo una camiseta igual a esa que traes puesta.

Traigo puesta una camiseta negra con un estampado de un lobo aullando a la luna.

-¿En serio? ¿Aquí?

-No, aquí no. En mi casa. Pero, mira.

Me enseña su tatuaje que lleva en el antebrazo. Tiene tatuado la cara de un lobo de una manera que parece formar una constelación. Ya lo había visto al entrar, pero no le pregunté.

-Wow, se ve demasiado genial. ¿Cuándo te lo hiciste?

Hablamos por un rato sobre su tatuaje, pero en mi interior esperaba el momento que dijera "¿vamos a la habitación?" o algo por el estilo. No me juzguen, Julián me dejó en claro que solo tendríamos un encuentro sexual y ya. Sin embargo, simplemente estábamos conversando. 

Prende un cigarrillo y me da el otro junto a un encendedor... 

¡Carajo! No sé fumar...

Prendo el cigarrro e intento repetir lo que él hace, mantengo el humo en mi boca, ya que sí intento "pasarlo" como lo hace él podría ahogarme, ¿cierto?

-Y cuéntame, ¿qué has hecho en el día? 

-Pues, cuando te escribí estaba en clase de inglés.

-¿En serio? Qué genial.

Estuvimos hablando por un rato sobre lo qué habíamos hecho durante el día. Perdía poco a poco los nervios y llevábamos una conversación más fluida. Sin embargo, los cigarrillos que había comprado se acabaron y pensé que en ese momento íbamos a empezar con la acción. Pero...

-¿Te gustaría ir a comprar algo para tomar?

-¿Tomar? ¿Como qué?

-Un par de latas de cerveza, ¿te parece bien?

-Sí claro, normal.

Parte de mí estaba confundido, pero feliz. Sí, me gustaría mucho tener sexo con él... pero también me gustaría conocerlo, saber cómo es más allá de lo que pude observar de él anteriormente.

Fuimos a comprar las latas de cerveza y regresamos a su casa.

-Mira, esto es algo nuevo para mí- Dijo Julián mirándome a los ojos.

-¿A qué te refieres? ¿Invitar a alguien a tu casa a tener sexo?- Demonios... no quise decir eso... o al menos no de esa manera.

Ríe.

-No, he invitado a chicos y a chicas a tener sexo unas cuantas veces, pero a mi casa.

-Ya veo. 

-La última vez estaba con un chico mucho más menor que yo.

-¿Menor? ¿Cuántos años tenía?

-15

-Bueno... le llevas 4 años de diferencia...

-De todas maneras, es menor. Igual solo me hizo sexo oral y aunque el quería, no me lo follé. 

-¿Por qué?

-No sentía que era lo correcto.

-Pero, ¿sí dejaste que te hiciera sexo oral?

-Mira, no iba a dejarlo con las ganas.- Esquiva la mirada y sonríe pícaramente.- El punto es que, nunca había invitado a alguien para tener sexo y terminar hablando, fumando y tomando algo, tranquilos... de esta manera.- Se me queda mirando por unos segundos.- Eres muy bonito.

Se acerca a mí, lentamente y me besa.

Correspondo el beso, mientras dejo la lata de cerveza casi vacía a un costado.

Se pone de pie mientras se quita la chaqueta que llevaba puesto y me quita la mía. 

Me sigue besando. Unos besos muy intensos. Me toca el rostro. La nuca. Muy intenso.

Deja de besarme. Me mira a los ojos, me sonrojo... Es muy guapo, muy... perfecto. 

Sonríe.

Sigue besándome.

Se detiene, me frota la cara con los nudillos de sus dedos y dice...

-¿Vamos?