Capítulo 5

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- Creo que es la última.

- No, falta una más.

- Lirio ¿cómo haces para llevar tantas cosas?

Nos encontrábamos en la entrada del refugio preparándonos para ir a las pruebas, papá me estaba ayudando a llevar todo mi equipaje al auto que nos llevaría a la estación de trenes, un Kimirus normal habría manipulado la energía para crear un portal, pero hasta no pasar las pruebas no se pueden utilizar portales, y mis padres decidieron que sería una buena experiencia viajar como personas normales...

Primero debíamos ir al refugio central de Londres para presentarnos y luego nos dirigiríamos a los otros refugios para dar las pruebas de los elementos.

-Lirio no puedes llevar tantas maletas- dijo mi madre divertida.

-Está bien dejaré la maleta extra - dije - es que estoy nerviosa no quiero que nada nos haga falta.

-Los refugios tienen todo lo necesario -dijo Kahel mientras bajaba las escaleras con su maleta, al llegar al auto la guardó e hizo una mueca el mirar las tres maletas que ya se encontraban en la cajuela del auto.

-Me parece que exageraste un poco- dijo con una sonrisa burlona.

-Chicos creo que ya deben irse- dijo una voz detrás de Kahel- o perderán su tren.

-Alisha creí que dormías, todavía está oscuro- dije al darme cuenta de quién se trataba.

-Lo sé, pero quería despedirme, aunque ya nos despedimos ayer.

- Tiene razón, deben irse pronto, pero debes decidir qué llevarás.

-De acuerdo mamá llevaré solo una maleta- dije mientras retiraba las otras maletas del auto.

Después de eso me despedí de mamá y de Alisha.

-Adiós -dije mientras las abrazaba como nunca mientras una lágrima traicionera se me escapaba. Subí al auto, papá nos llevaría ya que ninguno tenía permiso para conducir, desde adentro observe a Kahel despedirse.

-Adiós Cira-dijo dándole un beso y un abrazo a mi mamá- Adiós Alisha-dijo y entró al auto, abrí mi ventana para alzarles la mano en forma de despedida desde el portón del patio del refugio.

El trayecto hacia la ciudad fue rápido y tranquilo, fui mirando por la ventana del auto como el paisaje iba cambiando, el cielo estaba despejado, el sol empezaba a mostrarse en el horizonte, pero aun así corría un viento helado que sacudía los arbustos de los lados de la carretera. El auto se sacudió al evitar un hueco, la carretera principal no se encontraba en muy buenas condiciones, aunque eso ayudaba a que sea más difícil encontrar el refugio, no nos permitía llegar a la ciudad rápidamente, lo que nos mantenía aislados. Aun así, si la atravesabas y no eras un Kimirus no podías verlo ya que se encontraba rodeado por un campo de energía.

Unas horas después llegamos a la estación de trenes, papá y Kahel bajaron el equipaje mientras yo revisaba que nuestros boletos estén en orden en la recepción. Unos minutos después nos reunimos en la cafetería del lugar.

-Cuídense mucho- dijo mi padre- y no se metan en problemas.

-No te preocupes, estaremos bien. – dijo Kahel.

- Adiós papá-dije y lo abracé.

Kahel y mi padre se dieron la mano y luego se abrazaron, mi padre se fue. Como todavía faltaba media hora para que nuestro tren llegue a la estación nos sentamos y ordenamos comida yo una torta de chocolate y Kahel un batido de frutas.

Batalla por la verdad (Editando)Where stories live. Discover now