I was/am Lauren

Capítulo 35

POV LAUREN

Estaba aterrada, mi mente estaba en guerra y mis temores eran más que mi valentía.

Camila no me hablaba. La escuchaba constantemente al teléfono, hablaba de una chica, una que enserio había despertado su interés, estaba claro que no era yo y estar en una misma habitación con ella era incomodo, era como si una pared estuviera entre nosotras, ya no me buscaba durante la noche para que le sirviera de almohada, yo no tenía oportunidad de conquistarla así que me aleje lo más que pude, estaba segura de que era igual de incómodo para ella.

Estaba hermosa, ver su hermosa figura crecer, su cuerpo cambiando.

Dormir en una misma cama con ella era insoportable, el saber que estábamos tan cerca pero tan lejos. Me moría por besarla, por tenerla conmigo pero no podía ser egoísta, si alguien la estaba conquistando debía hacerme a un lado.

Me resignaba a mirarla ahí quieta a mi lado durmiendo cuando no se daba cuenta, me resignaba a hablarle a nuestro bebe, después de todo quería lo mejor para Camila y si eso era tener a alguien más a su lado estaba bien para mí, me alegraba por la afortunada y le estaba eternamente agradecida a ella, traería a mi hijo o hija al mundo a pesar de todo.

Dos semanas atrás había conocido a una chica en una consulta médica de control, había sido amable, estaba allí acompañando a un amigo suyo y me hablo, me pregunto por mi vida, le conté de Camila, extrañamente mi mente ya no me llevaba instantáneamente a contar la historia de Wendy como meses atrás, ni a hablar de Dani aunque ella siempre estaría conmigo, ahora hablaba de Camila, de Camila y de mi bebe en camino.

Le conté que estaba enamorada de ella, le conté como su cuerpo estaba cambiando, le conté de lo mucho que quería que esta chica de la que ella estaba enamorada la hiciera feliz y lo mucho que quería poder pedirle que la cuidara por el resto de su vida, que la abrazara por las noches y si tenía la oportunidad de cuidar también a mi hijo o hija que lo hiciera bien, renunciaría a ambos si fuera por su bien.

Esta chica dijo que le encantaría conocerla y le dije que sería buena idea, que quería presentársela.

Resulto ser que ella debía acompañar a su amigo nuevamente el día exacto en el que Camila me acompañaría a la consulta así que sería conveniente ir a cenar luego las tres.

El día llego y yo me aliste de la manera más asombrosa que pude, por primera vez después de mucho tiempo me planteé que esa noche la cautivaría, esa noche iríamos a cenar y trataría de conquistarla una última vez, me maquille, me peine el cabello, me puse mi traje y cuando estuve lista me senté en el sofá de la sala frente al televisor a esperar a que ella estuviera lista, los minutos pasaban y estaba haciéndose tarde así que decidí ir a la habitación a buscarla.

Abrí la puerta y la vi llorando, inmediatamente supuse lo peor, creí que sería su idea para hacerme saber que gustaba de otra, la típica escena en donde alguien finge estar triste por no corresponder tus sentimientos, me le acerque y entonces me dijo que no tenía ropa que ponerse, tenía un armario lleno de ropa, sabía que aquello no era real, pero ¿Por qué una excusa tan mala?, la escuche decir que yo estaba hermosa, por un momento mi corazón latió mas rápido pero luego entendí que no debía ilusionarme, ella gustaba de alguien mas y yo solo saldría herida nuevamente.

Me detuvo e intento besarme pero ya era demasiado tarde, yo no dejaría que ella me recompensara el dañarme con un beso sin sentimientos involucrados, no recibiría un beso de lastima.

Me pregunto qué haría luego y dije solo algo, iría a emborracharme, iría a llorarla, iría a ver a la chica del hospital y le diría lo patética que soy, le diría que ella no me quería, que Camila era un deseo imposible y que me dolía demasiado el pecho cuando la tenía a mi lado, tan lejos.

El medico se alegraba de que estuviera mejorando mi cáncer y pregunto por Camila, le dije que estaba bien, en casa, durmiendo, omití la parte de que cuando regresara estaría ahí y que dolería acostarme a su lado, que estaría ahí pero que no podía abrazarla como quería.

Luego vi a la chica que esperaba ansiosa por conocer a la dueña de mi corazón pero ella termino solo consolándome, fuimos a un restaurante, cenamos, llore mientras tomaba agua y a las 9 de la noche nos despedimos, ella me había dicho que regresara a casa y hablara con Camila, que le dijera lo que estaba sintiendo y la enfrentara, que no dejara que se me escapara sin luchar.

En la vida se lucha por todo. Por vivir, por amar, contra las sombras propias, contra en cáncer, contra los silencios, contra los recuerdos, en la vida se lucha pero eso es lo más lindo, una vez que la tormenta pasa podrás mirar las cosas de manera distinta.

Fui a casa, conduje rápido y entré a toda prisa, todo estaba en silencio y supuse que Camila ya dormía, me quité los tacones y corrí hasta la habitación, no estaba ahí, la cama estaba aún hecha como cuando me fui y comencé a llamarla, inspeccionando toda la casa, de pronto un pensamiento paso por mi mente ¿se había ido?, fui al baño de nuestra habitación y lo comprobé, no estaba su cepillo ni sus cosas, aquello había sido el final, ella me había abandonado y se fue sin siquiera dejarme decir adiós, estaba sola de nuevo pero al parecer aquello era lo mío.