Melodrama

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One-shots basados de una u otra forma en:

1) Por un segundo - Romeo Santos

2) El perdedor - Maluma

3) Me rehúso - Danny Ocean

4) Felices los cuatro - Maluma





Capítulo 18: Melodrama



1


Era una tarde de verano en La Madriguera. Diversos insectos llevaban una competencia de zumbidos en el exterior. Ginny se refugiaba en el fresco interior, semi acostada en un sillón junto a la ventana, a través de la cual se colaba un haz de sol dorado. Tenía una cuaderno grande delante de ella y, lápiz en mano, se inclinaba sobre él muy concentrada.

Cuando el verano se ponía insoportable, los hermanos Weasley tenían la costumbre de regresar a la casa de sus padres para pasar tiempo con ellos, entre ellos o, si podían esquivar al resto, solos. Ese fin de semana sólo estaban ella y George. Molly estaba afuera haciendo jardinería y Arthur todavía no volvía del trabajo. Harry tenía que terminar algo del papeleo (porque no todo era pura acción cuando se era auror) y luego podría sumárseles.

Mientras Ginny dibujaba, George estaba en la cocina tratando de preparar un pastel para sorprender a su madre, que no había andado sintiéndose de lo mejor esas últimas semanas. Tenía un libro de cocina abierto en la mesada donde estaba preparando una mezcla y cada menos de dos minutos -Ginny los tenía cronometrados- soltaba un improperio por lo bajo. A Molly le encantaría aunque le quedara horrible, pero eso no quitaba que igual quisiera intentar hacerlo lo mejor posible. A la vez, tomaba notas que pudieran servir para la preparación de unos nuevos pastelitos lacrimógenos (cómete uno y llora como si te hubieran metido una cebolla cruda entera en la nariz) que tenía en mente para Sortilegios Weasley.

Una lechuza se estroló contra la ventana y rompió la paz en la que estaban inmersos. Por un momento, sintieron como si hubieran vuelto al pasado y Errol estuviera todavía vivo, listo para estrolarse contra todo y todos.

Pero se trataba de otra lechuza, que Ginny no reconoció. Atado a una pata llevaba un sobre rojo. Ginny dejó su cuaderno a un lado y lo tomó.

-¿Me estás jodiendo? -exclamó. George rompió en carcajadas, dejó lo que estaba haciendo y se asomó de la cocina. Ella arrojó el sobre con fuerza al piso, desde donde se elevó mágicamente hasta alcanzar casi la altura de George. Sin embargo, el "rostro" de la carta vociferadora se dirigía a Ginny. Carraspeó y empezó, con una voz lo más melosa imaginable.

-Mi querida Ginny...

George tenía cara de feliz Navidad. Ginny tenía cara de asco.

-En primer lugar, discúlpame por enviar una vociferadora... quería que oyeras mi voz...

-¿Quién es? -preguntó George. Ginny levantó los brazos, como diciendo "Ni puta idea".

-Por lo que hice lo posible para apaciguar la magia de la carta... así no escucharás mi confesión a los gritos...

De alguna forma, eso era peor. Ginny y George se miraron, perplejos.

-Necesito saber si has podido olvidarme. De ser así, házmelo saber y podré aceptar mi derrota...

Al ritmo de los erroresWhere stories live. Discover now