Hira Hira [Hanahaki AU] [Konno/Shitara]

ひらひら

Los pétalos de las flores con las que su madre había decorado su cuarto para su cumpleaños eran demasiado parecidas al arreglo floral en el velorio de su primo. Era el primer funeral al que iba. En lugar de oír lo bueno que había sido él en vida (nunca lo había conocido, por eso le molestaba fingir que le importaba), lo único que escuchaba eran lamentos. "¿Por qué no se curó a tiempo?" "Pudo haberse salvado si se operaba." "¿Qué le hizo querer morir por tal estupidez?"

"El amor no es algo por lo que matarse."

Y si todavía seguía pensando en eso, era por los pétalos de crisantemo que a veces salían por su garganta.

***

Seiji Shitara era una persona pesimista. El lado malo era el que más relucía para él; no lograba comprender a la gente que buscaba cosas positivas a todo lo que ocurría, y tampoco lo estaría pensando si no era porque Tamao Konno era uno de ellos.

Su relación con el presidente del cuerpo estudiantil lo confundía. A veces, Konno lo molestaba por su actitud, Seiji le remarcaba lo estirado que era, reían sin cansarse, discutían hasta más no poder, otras veces ambos estaban en silencio y no hacía falta agregar nada más.

—Shitara. Presta atención en clase. —La voz grave y seria de Konno le dio un buen susto antes de notar quién era.

—Por dios, Konno, estamos en recreo —contestó él, un tono irritado en su voz.

—Y sigues sin notar que hay gente a tu alrededor... —comentó—. ¿Pasó algo?

—No. ¿Tengo que tener ganas de hablar todo el rato?

—No dije eso...

—Entonces no lo digas —lo interrumpió Seiji—. Estoy un poco cansado.

—¿Dormiste bien anoche? —preguntó, algo preocupado.

—Por Dios. Estás empezando a sonar como mi madre —dijo Seiji—. Sí, papi, he dormido bien anoche, no te preocupes por mí.

—No me digas papi. —Fingió acomodarse los lentes para ocultar la vergüenza que le causaban las palabras de Seiji de vez en cuando.

—Está bien, Konno. ¿Tienes algo que hacer el domingo? —Cambió de tema.

—La verdad... Sí. Lo siento, Shitara, puedo reservar el siguiente si quieres —contestó. "Para alguien que no quiere sonar brusco, lo estás haciendo muy mal," pensó Seiji.

—Ah. —Tardó un rato antes de contestar—. No importa. ¿Con quién sales?

—Konami-san, está en primero. Aunque creo que te sonará más si te digo su apodo, Bambi.

—Ah. Ella. Está bien, el próximo domingo entonces. —La campana del timbre fue oportuna en sonar en ese momento—. Nos vemos luego.

—¿Shitara? —La taciturnidad para responder de su amigo le preocupó, mas no tenía mucho más que preguntar.

***

Esa semana, las flores empeoraron. El domingo fue el peor día. Ni siquiera la mente ingenua de Seiji podía ignorar quién causaba esos pétalos sabor sangre.

***

Y el lunes tampoco se encontraba mejor. El pañuelo en su bolsillo al menos lograba hacerla pasar por una tos corriente.

—Te dije que durmieras bien —lo retó Konno, al verlo tosiendo—. Ahora estás resfriado.

—¿No sabes diferenciar —tosió— una simple tos de un resfrío? ¿Tú no querías ser médico?