ᴀʟᴏɴᴇ❌ ғᴀɴғɪᴄ ɴᴜᴇᴠᴀs ᴇsᴘᴇᴄɪᴇs [ʙᴏᴏᴋ 01]

I

“Solo era derrotado
aquel que deja de luchar”

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Capítulo 1
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Se cruzó de brazos retándolo con la mirada, se instaló con una mueca irritada y estrujó sus manos como distracción.

— Te lo vuelvo a decir una sola vez más, Silence – Suspiro y sonrió más calmada — Te subes a ese árbol de nuevo y te corto la polla. No eres un primate, eres un canino.

El aludido se tenso antes de asentir con un movimiento de cabeza, sin dejar tiempo para que ella saltó de la camilla y desapareció.

— Maldito Perro – Murmuró.

— ¿Que es lo que tienes en contra de los caninos? – Preguntó divertida Holly, quien había entrado pocos segundos después de que Silence Saliera.

— ¡Son tan tercos! – Exclamó — De todos mis pacientes son los que más dolor de cabeza me dan – Se tiró en la silla agotada.

Holly sonrió divertida y movió la silla al lado de Kylie para sentarse, se cruzó de piernas con su característica elegancia y se inclinó hacia la chica desparramada a su lado.

—¿Te cuento un secreto?

— ¿Cual? – Preguntó Interesada.

Se acercó a su oído y susurró — Los primates son peores.

— Es curioso, no conozco a muchos primates además de Jericó, Jungle y a su hermano, aunque casi nunca esta – Frunció el ceño recordando la primera vez que lo vio, alto y robusto, además de grosero.

—¿Fierce? Prefiere la Reserva. Los primates son más gruñones y solitarios que la mayoría de las nuevas especies, por eso prefieren la Zona Salvaje.

—¿Cómo esta Jungle? – Preguntó después de un rato.

— Insoportable, no puedo estar ni 10 minutos sola – Ella rodó los ojos — Pero así lo amo.

Por un momento Kylie tuvo celos de Holly, ella había encontrado a un macho que la amaba, su historia con Jungle era realmente bonita. Creyó tener la misma suerte cuando conociera a Fierce, pero ese macho era todo lo contrario a su hermano mayor, la esperanza de Holly de ser cuñadas acabo tan rápido como cuando Kylie y Fierce intercambiaron miradas.

— Tengo un chisme – Dijo emocionada Holly.

— ¡Cuenta! – Kylie se enderezó en la silla contoneándose de la emoción — ¿Encontraron Nuevas Especies? ¿Otro emparejamiento? ¿Nuevo Compañero? – Preguntó rápido — ¡Ay, cuenta, no me dejes con la duda!

— Trasladaran a alguien a la Reserva para que se haga cargo de los habitantes de allí y de la Zona Salvaje ¡Podrías ser tu!

— Oh Dios – Susurró — Oh Dios ¡Maldita Sea!

— Se que te emocionaría – Holly sonaba Divertida.

— Eso es poco ¡Es mi sueño!

La puerta se abrió y ambas miraron al macho que llenaba el umbral de la puerta, miraba a Holly fijamente y con los brazos cruzados, por lo menos media un metro noventa y su cabello negro llegaba hasta los hombros, recorrió el cuerpo de la rubia con su mirada Avellana y aspiró hondo. Caminó lentamente hacia las dos y bufo.

— Me dijiste que estarías en el baño – Dijó con reproche.

— Lo siento Amor, Me olvide de ti – sonrió con inocencia.