DOS

6.4K 641 567
                                    

Me despierta mi estomago rugiendo, mi ropa aún sigue húmeda pero aún así me levanto de la pequeña cama hecha con lo que creo que es paja. Al menos ya amaneció y puedo ver con claridad todo, sobre todo la vista desde la casa en el árbol, todo es muy genial, quisiera que mi teléfono no se hubiera descargado para capturar este momento.

-Ah, ya despertaste.

Arian sube con una penca de plátanos, justo a tiempo, en cuanto llega me entrega uno y lo devoro tan rápido como si no hubiera comido en un par de semanas.

-Lo siento, muero de hambre.

Nuevamente comienzo a bajar mientras devoro otro plátano.

-¿A dónde vas?

-Tengo que volver a la playa, mis amigos seguro me están buscando ¿quieres venir?

No dice nada, yo aún así bajo hasta llegar al suelo. Tengo mucha suerte de no haber caído pero mis manos si están un poco lastimadas por las cuerdas y la textura del árbol.

Ahora, la duda es a dónde ir. No importa si Arian no me acompaña, haré lo que sea con tal de llegar a la playa, muero de miedo, pero quiero volver a casa, mientras no cometa estupideces creo que podré sobrevivir, no me acercaré a los lago o lagunas o manantiales ya que hay cocodrilos, no me acercaré tanto a los árboles porque hay muchos insectos y serpientes.

Cada vez que escucho un sonido extraño me detengo un par de segundos, siento muchos escalofríos pero trato de continuar. Mi hambre continúa, puedo escuchar cómo mi estómago ruge con todas sus fuerzas, suerte que un arbusto encuentro unas bayas, al menos eso podrá calmarlo. Comienzo a cortar unas cuantas juntando varias en mi mano.

-No puedes comer eso -Arian me asusta nuevamente, está detrás de mí.

-¿Por qué?

-Las azules son venenosas, en cuestión de horas estarás muerto.

Las tiro decepcionado.

-¿Estás siguiéndome?

Nuevamente se acerca a mí, lleva una lanza en la mano, es un mango largo tallado con un piedra en forma de pico.

-No vas a asesinarme ¿verdad?

Cuando llega a mi frente deja la lanza a un lado.

-Claro que no.

Me acorrala con un árbol, no me muevo ya que siento que me puede matar con mucha facilidad. Seguro estar solo demasiado tiempo no deja salud mental porque toma mis mejillas con su mano, hago boca de pescado.

-¿En serio te sorprende ver a alguien como yo?

Después se acerca y comienza a olfatearme, desde el cuello hasta mi cabello.

-Creo que ya es suficiente -lo aparto suavemente.

-Hueles demasiado bien.

-Ah, gracias, me ducho diario.

-Lo siento, es que hace mucho que no veo a otro ser humano como yo. Tu piel es demasiado suave, frota mis brazos.

Toma mi camiseta y la levanta, pero yo la bajo de inmediato ¿cuál es su problema? Después mira sus propias abdominales e incluso se toca.

-Si bueno, yo no hago ejercicio.

-Eres demasiado blanco.

-¿Eso es un halago?

Entro en razón, ahora entiendo sus palabras.

-Espera ¿dices que no has visto a otro ser humano? ¿Cuánto tiempo tienes aquí?

Fallin' All In You (PERDIDOS EN LA SELVA)Where stories live. Discover now