Capitulo 5

2K 148 30
                                    

EMILIA
Tres semanas después...

Estaba terminando de empacar las cosas que me llevaría a la universidad, un parte de mí estaba emocionada, era una nueva etapa, quería hacer las cosas bien. Machu y yo habíamos planeado todo, nuestros padres habían echo algunas llamadas para que pudiésemos compartir la misma residencia aunque no habían logrado que solo fuésemos nosotras, nos habían asignado a alguien más pero por lo menos estaríamos juntas. Por otra parte estaba algo nerviosa y saber que compartiría el mismo lugar que Claudio no ayudaba. Después de esa conversación no lo había vuelto a ver. Y era mejor así.

—Lista? —Dijo mi mamá quien se había escapado de la oficina para poder acompañarme en este día

—Si —dije con una sonrisa

Durante todo el viaje no pude evitar pensar en todo lo que había luchado para entrar a Stanford, siempre tuve buenas calificaciones y haber estudiado en uno de los mejores internados de Inglaterra me había ayudado para que me aceptaran. Todo era gracias a mi mérito, mi madre no hizo absolutamente nada y eso me llenaba de orgullo. Nadie podía decir que era una hijita de mamá

—Mucho éxito y disfruta de esta etapa tan maravillosa. Te quiero y cualquier cosa me llamas —dijo dándome un último abrazo
[...]

—Wuau... es hermoso —dijo Machu

Comenzamos a recorrer toda la residencia, que básicamente contaba con tres habitaciones, una cocina pequeña, suficiente para las tres. No era ni tan grande ni tan pequeño. Machu eligió la habitación más grande, mientras que yo me conformé con aquella que tenía vista al campus.

Estaba desempacando mis cosas cuando sentí que alguien habría la puerta. Cuando salí de mi habitación me encontré con un chica de cabello negro y liso. Era muy linda

—Hola —le dije con una sonrisa

—Hola —respondió con algo de dificultad

—Me llamo Emília

—Soy Keiko

—De dónde eres? —preguntó Machu

—Japón —dijo mientras se reía. Se veía una buena chica aunque era algo tímida

—Ella es Machu, es un poco rebelde y algo malhumorada pero es buena persona —dije en voz baja

—Emilia!! Te escuché —dijo
[...]

Machu y Keiko se habían quedado desempacando mientras que yo me dirigía a la facultad de economía porque tenía una charla, acerca de cuáles eran los horarios, materias y profesores que me tocarían.

Sabía que Claudio también estaría ahí,  solo esperaba que no me tocara cursar con él, de por si se me hacía difícil verlo algunas veces como para tener que compartir clases.

—Está ocupado? —Sabía perfectamente de quien se trataba. Su voz lo delataba

—Si —dije cortante mirándolo a los ojos. Ignorando mis palabras tomó asiento a mi lado

—No sabía que ibas a estudiar aquí —dijo Claudio

—No sabía que tenía que contarte mis cosas — dije cortante

—Por eso reaccionaste así en la cafetería...

—Mira el echo que estudiemos la misma carrera y en la misma universidad no quiere decir que tengamos que hablarnos —dije mirándolo a los ojos. Por un momento me perdí en su mirada. Todo desapareció, solo éramos él y yo.

Salí de mis pensamiento al escuchar al rector hablar, la charla había empezado así que decidí ignorar al idiota que estaba a mi lado. Aunque podía sentir su mirada en mi y eso me ponía nerviosa.
Para mi mala suerte Claudio y yo  compartiríamos la mayoría de las clases. Por qué el destino se empeña en juntarnos. Mientras más lejos quisiese estar de él. Más cerca lo tenía.

Íbamos saliendo de la facultad y ahí estaban sus amiguitos esperándolo. Al parecer ellos también estudiarían aquí, gracias a la ayuda de sus papitos

—Emilia? Que haces acá? —Dijo Ulises confundido

—Estudió acá para mi mala suerte —dije sería

—Qué humor que tenemos —Dijo Ulises

—Véanle el lado bueno pueden recordar viejos tiempos —dijo Silverio mientras alzaba sus cejas y reía

—Veo que sigues siendo el mismo idiota de siempre —le dije provocando que parar de reír

—Emilia!! —Escuché que gritaban al girarme no podía creer a quien estaba viendo

—León? Que haces acá? — le pregunte

—Sorpresa!! —Dijo dándome un beso en la frente mientras me abrazaba

—Te extrañe —le dije. Estaba tan concentrada que no me di cuenta que la escena la estaban presenciando los tres idiotas

—No me presentas a tus amigos? —Me dijo León

—Primero no son mis amigos. Segundo ellos son Silverio, Ulises y Claudio —dije apuntando a este último que parecía estar en otro planeta

—Así que estos son los idiotas —dijo León cuyo semblante cambió de inmediato

—Exacto —dije riéndome

León era mi mejor amigo, lo había conocido en el internado, en Inglaterra. Él era estadounidense pero debido al trabajo de su papá había pasado casi toda su vida en Inglaterra. En un comienzo no había sido fácil, yo no confiaba en nadie pero él se supo ganar mi confianza con cada una de sus acciones. Me demostró que no todas las personas me dañarían.



Perdón por no actualizar, he estado algo ocupada.

TE PIDO PERDÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora