Propósito

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Capitulo Cuatro: Propósito.

Sus ojos estaban cerrados, pero la posición de su cabeza indicaba que estaba viendo el techo. Mientras no tenía un lugar, un propósito, un sentido a su ser, es lo más que podía hacer. Mirar el... ¿Techo? Espera, ¿Desde cuando había un techo? Peor, ¿Desde cuándo había una cama? ¿Desde cuándo había un cuarto? Confundida y sin esperar respuestas, negó con la cabeza, se levantó, y abrió la puerta de la habitación. Al salir, volvió a encontrarse con ese espacio blanco, ese blanco definitivo que... "Unía" una mente y otra... un espacio medio, entre ellas dos.

Esas dos raras, esas dos chicas. Sabía que eran más.... Porque ella misma sabía que no era real. Era una idea aterradora, pero esa era la realidad que debía vivir. Ser falsa, o al menos, en el sentido más literal, al no existir en el mundo palpable, si no que esta... Allí, en el medio de estas dos.

Las vio confusa durante algunos instantes. Luego negó con la cabeza, y se sentó en una banca que apareció de la nada. Iban a escribir algo, vaya a saberse acerca de que era. Ya llevaba el cálculo de 4 semanas (En tiempo real) allí. Sorprendente ella era buena para las matemáticas a diferencia de su creadora, que tan solo ver la tarea a través de los ojos de mi persona, se preguntaba cómo diablos pasaba en año escolar sin reparar. En serio, hasta para mi es una hazaña. Como sea, solo se sentó allí para ver qué era lo que hacían, ya que no tenía nada más que hacer por vivir literalmente en un espacio completamente en blanco.

—¿Puedo saber que van a hacer? No han escrito nada en toda la mañana. Es aburrido esto así. — Dijo con un mano en el mentón, mostrando el aburrimiento.


Pues íbamos a escribir acerca de BD.


¿Y qué haces aquí si estas aburrida? Podría simplemente apagarte y se te pasa hasta que vuelvas a querer aparecer.


—...No. Es... raro, como se siente, pareciera que estuviera muerta. — Al pensar en el asunto, le dio un leve escalofrió que intento ignorar y suspiro—. ¿Algún día podría tener una historia? Es... feo, vivir así. No tengo nada, solo hay blanco, más blanco. Estar en el medio es extraño. Debo de esperar a que pueda entrar en la historia de alguien más para poder sentir la lluvia... el sol... la nieve... Quisiera tener un lugar propio para al menos...— Iba a seguir su explicación en otro mensaje, pero fue interrumpida por Luki.


Por favor, para. Si sigues me van a dar ganas de llorar, lo que dices es putamente triste, y no quiero ponerme más triste de lo que me dejo lo que escribimos ayer.


Ese peluche sí que tuvo una vida difícil.

Da igual. Lo siento Marina, pero es difícil encontrarte algún lugar en los mundos, son muy pocos, y por mi parte te juro que no encuentro nada.


La pelirosada viro los ojos algo desinteresada, y cansada de su entorno—. Bien... solo esperare a que escriban algo interesante.

Así, la de ojos verdes se levantó de la banca que desapareció al momento de que ella se fue, por que no iba a ser utilizada otra vez para otra escena. Se puso a caminar. Sabía que no tendría sentido. Ella no tenía un mundo propio y no le hallaban idea para creárselo, como alguien que recordó. Una conversación que vio hace mucho, por andar curioseando. Algo que le gustaba, y la única opción que tenía, era esa. Ver como escribían lo demás, como los demás tenían su propio mundo para disfrutar. Pocas veces pudo mantener conversación con alguno de ellos, y cuando lo hacía, normalmente le olvidaban de inmediato al volver a su entorno común, hasta que regresara a hablar con ella, y sus recuerdos regresaban. Sabía que era para no interferir en su desarrollo y el de su mundo, pero siempre anhelaba tan solo una mención...

Aun así, caminaba. Tal vez, tan solo era la esperanza de caminar y llegar a ver, aunque fuera, solo una flor. Tan solo una, que proviniera de allí, y sería muy pero muy feliz. Tal vez pasara, pero solo si hubiera voluntad por parte de ellas.... En medio de sus pensamientos propios, choco con algo... espera ¿Choco con algo? Pero si yo no puse nada allí.

—¿Um? — Confundía, empezó a tocar el espacio en blanco con que había chocado. Lo miro con curiosidad un rato. Quería saber que era, pero algo llamo su atención

.

EY! ¡MARINADA! ¡VEN PARA ACÁ!


—¡Y-ya voy!

La chica giro todo su cuerpo para ir adonde estaba antes, pero, primero giro su cabeza, para ver ese espacio en blanco. Ese con el que había chocado. Negó con la cabeza ignorando teorías tontas y estúpidas, como que era el final, el fin, el límite que tenía la cordura de ambas, o que era un lugar nuevo, o que... bueno, así, X, ella solo lo ignoro para volver, lo que no duro mucho, solo un cambio de escena de dos segundos al dar un paso, llegando de inmediato.

—¿Qué querías? — Pregunto algo desinteresada, sentándose en el suelo invisible.


Te llame para decirte que te tengo un propósito.


La pelirosada se asombró. Sacudió su cabeza para espabilar ante el shock que le dejo esa oración. Eso le acercaría para tener una historia, según ella. Forzó su cara para no formar una sonrisa.

—Y a ver, ¿Cuál sería ese propósito? 

Mental intermediateWhere stories live. Discover now