|| Alguna vez... || Claudia x Gladio

Capitulo 3; ¿Quién eres?

Al día siguente

La chica se había despertado. No había dormido muy bien pero, aún asíq recordaba a ese chico que le hacía ponerse como nadie más lo hacía. Al final se levantó y decidió caminar hacia la casa de Lylia.
Al llegar,  tocó la puerta.

— Buen día señorita Claudia, Lylia está en el comedor tomando el desayuno, si quiere algo por favor avíseme que estaré afuera regando las plantas. —
— Muchas gracias, Hobbes. —

Claudia sonrió y abrió la puerta, después de saludar a Hobbes finalmente entró.

— ¡Alola Lylia! —
— Claudissssssssssssssshshshshajbs Te estaba esperando —

Claudia se sienta junto a Lylia.

— Pero, ¿Que te pasó? ¡Estás toda maltratada! —
— Ah, es una bella y larga historia —
— Tengo bastante tiempo así que me gustaría escucharla. —
— Está bien. Ayer al irme de tu casa al no conocer bien la ciudad me perdí, aunque no fue tan malo porque después encontré un pueblo donde las casas estaban destruidas y pintadas. Cuando llegué había un chico rubio, con ojos esmeralda y ropa negra y me dijo que me fuera y así fue. Luego me dormí en el suelo mirando las estrellas. Lo extraño. —
— ¿A quién? —
— A ese chico, quiero verlo de nuevo... —
— ... ¿te gusta? —
— Puede... —

Lylia empezó a reír.

— Hablando de eso, ¿Dormiste a las afueras? ¡Estas loca! Si alguna vez te pasa eso por favor ven a mi casa, te recibiré con gusto. —
— Está bien, muchas gracias lo recordaré la próxima vez —
— Mejor que no haya próxima vez ¿No? —

Ambas empezaron a reir

— ¡Cuéntame de ese chico! —

Claudia se sonrojó.

— Bueno, realmente es tan lindo, tan indescriptible, tan único. Tiene algo que me hace querer mirarlo a toda hora y abrazarlo, ni hablar de otras cosas...—

Claudia dio un suspiro.

— Creo que realmente me gusta..., no creía en el amor a primera vista hasta ahora. —
— Ah, ¿Clau quieres caminar un rato? Me aburre estar siempre en
casa. —
— Vale, debo comprar algunas Pokeballs de paso. —

Lylia asintió y ambas se levantaron para ir al centro.

— Es muy pacifico, me encanta. —
— A mi también, pero raramente salgo tan fuera de la ciudad. En la noche de todos esos arbustos salen luciérnagas que iluminan la noche. —
— ¡Allí está! —
— ¿¡Quién?! —

Claudia señaló a ese rubio con ojos esmeralda quién parecía estar con una chica de cabellos negros, que para Claudia ambos estaban DEMASIADO cerca.

— ¿Quien es esa? — Dijo Claudia mirando a esa extraña de reojo, su mirada, claramente no era amistosa.

— ¡Moon! — Le gritó Lylia a aquella chica que para Claudia era desconocida, al parecer se conocían.