CAPÍTULO 32 Quedamos en la Sala

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Como no podías quitarte el recuerdo del armario de la cabeza, decidiste que lo mejor sería pensar en otra cosa e intentar dormirte. Finalmente lo conseguiste. 

Esa mañana te despertaste la primera, recordabas vagamente el sueño que habías tenido, tenía algo que ver con Draco pero no lo recordabas bien. Te daba vergüenza admitirlo, pero ahora que te dabas cuenta, ¡habías soñado con Draco Malfoy!...

Para no pensar más en eso, decidiste despertar a Hermione, esta, al principió se quejó y se puso la túnica a regañadientes, pero al final se le pasó. Fuisteis a desayunar, el Gran Comedor estaba casi vacío.

Empezasteis a desayunar, cada vez entraba más y más gente. Entonces le viste a él, viste a Draco entrando con sus dos amigotes. Le miraste, te miró, y asintió con la cabeza. No estabas segura del todo, pero creías que era la respuesta a tu carta, que te esperaba a la hora de la comida en la Sala de Menesteres.

Terminasteis de desayunar y fuisteis a clases. En el patio, fuisteis a la biblioteca con Hermione para terminar la tarea de transformaciones. La biblioteca casi siempre estaba vacía, ya que todos los alumnos estaban en el recreo, pero ese día había más  gente de lo normal.

Os sentasteis un poco apartadas de los demás para que no os molestasen y os pusisteis manos a la obra.

A la hora de la comida, caminaste hacia el Gran Comedor con tu amiga, y de repente te paraste en seco.

- Herms, me he dejado una cosa en la habitación, subo un momento y ahora vuelvo -dijiste entonces.

- Te acompaño -dijo ella.

- No, no hace falta, voy yo, tú espérame en el Gran Comedor, no pierdas el tiempo por esta tontería -dijiste intentando no sonar muy borde.

- Vale, como tú digas, pero no te voy a esperar para comer, me muero de hambre, lo siento -dijo ella medio riéndose.

- No pasa nada -respondiste también riéndote.

Te quedaste unos momentos mirando a Hermione caminar hacia el Gran Comedor, y entonces saliste deprisa hacia el séptimo piso. Llegaste, pasaste delante del cuadro y la puerta apareció.

Entraste y ahí estaba Draco. La habitación era muy simple, era una habitación vacía, lo único que tenía era unas cuantas sillas, ya que no necesitabais nada más, solamente hablar.

Entraste lentamente, él te miraba, vuestros ojos chocaron una vez más, viste los mismos ojos de nuevo, creías que no los volverías a ver pero ahí estaban, igual de cálidos y a la vez seductores que siempre.

Ya estabais cerca el uno del otro, os sentasteis en unas sillas, ninguno sabíais como empezar.

- Bueno... aquí estamos -dijiste al no tener ni idea de como romper el silencio tan incómodo que había.

- Sí -respondió él también incómodo.

- A ver, empiezo yo, como ya dije, me enamore de ti nada más verte, y pensaba que ya no me gustabas pero después de estar contigo en el Gran Comedor me di cuenta de que no era así. Y no lo sabía muy bien pero poco a poco me iba enamorando de ti, y no me di cuenta hasta que salimos, y entonces pensé que ya era muy tarde -lo dijiste lo más rápido que pudiste para quitarte el peso que tenías encima. Le miraste, esperando a que él dijese algo también, ya que creías que no iba a decir nada y te ibas a quedar ahí como una tonta tras soltar todo el discurso.

Fanfic DRACO X TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora