Lost in the city [Taegi]

Llegada.

Taehyung se despertó sobresaltado al sentir un leve -y desconocido- toque en su hombro. Era una agradable señora que le preguntaba si se bajaría aquí.
Miró desorientado a su alrededor, hasta que se dio cuenta de que ya habían llegado al corazón de la ciudad.
Con una pequeña sonrisa y con vergüenza de su torpeza, agradeció a la señora y como muestra de agradecimiento -ya que gracias a ella no había terminado en vaya a saber uno dónde de Corea- decidió ayudarle a bajar sus valijas.
Al mismo tiempo, también bajó las suyas y una vez sus pies tocaron suelo, estiró su entumecido cuerpo por el largo viaje.
"Bienvenido a Seul muchacho." Le había dicho la señora antes de irse.
Taehyung quedó perplejo debido a la realidad que le había provocado esas palabras. ¡De verdad estaba en Seul!
Emocionado, comenzó a caminar llevando consigo su valija a rueditas. Pronto, de dio cuenta de que no sabía para dónde ir y comenzó a intentar leer las señales en la pared del aeropuerto.
"Oh... olvidé los anteojos" murmuró Taehyung, percatándose, mientras forzaba su vista tratando de enfocar aquellas palabras borrosas a la distancia.
Sin dejar que su buen humor cambiara, decidió preguntarle a alguien. Al instante, viendo a unas mujeres que parecían trabajar en el aeropuerto.
"Hm, d-disculpa... ¿puedo preguntarle algo?" Taehyung clavo su mirada al suelo al sentirse cohibido por la mirada despectiva que la mujer le otorgó.
"Ya me estás haciendo una pregunta, pero adelante. Hazme otra." Respondió la mujer de mala gana.
"¿Sabes... qué tengo que hacer para llegar a este lugar?" Taehyung jugó con un mechón rubio de su cuello, un hábito nervioso. Pronto, se rascó la nuca aun más nervioso al ver que la mujer no le respondía.
"Primero tienes que proceder con el trámite de instancia en el aeropuerto, y luego tendrás que tomar un bus hasta este lugar al que quieres llegar." Taehyung le agradeció y pronto se dirigió a hacer el trámite.
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Hora y media después, el pelirubio había logrado llegar al bus. De alguna manera todo se le estaba haciendo muy complicado, la gente parecía ignorarle y para llegar hasta la estación tuvo que preguntar demasiadas veces porque cada persona parecía ocupada en su propio mundo.
Aun así, Taehyung no entendía por qué las personas lo veían tan despectivamente? ¿Acaso su ropa era fea? Su mamá la había preparado especialmente para él.
Taehyung salió rápidamente de sus pensamientos al sentir unas manos en su cintura. Al principio pensó que era por la cantidad de gente que había en el bus pero luego de uno minutos de viaje las manos no parecían querer soltarlo y estaba comenzando a ponerse ansioso.
"Veo que no eres de por aquí." un hombre le habló en el oído haciendo que su cuerpo temblara de miedo.
"¿P-puedes soltarme por favor?" Taehyung sabía que no tenía que ser amable con gente depravada, lo sabía pero su buena alma no le permitía ni hablarle mal a un ladrón.
"Tu tonada es muy preciosa y tu cabello rubio te sienta muy bien para la piel morena que tienes." al decir estas palabras Taehyung juró sentir el agarre de aquellas manos hacerse más fuerte.
Sintió el nudo en su garganta armarse y el miedo carcomerle por dentro. Sólo tenía que moverse, irse a otro lugar del bus, lejos de ese señor pero su cuerpo estaba paralizado del miedo. ¿Y si intentaba escapar y el hombre lo lastimaba?
Sus ojos comenzaron a aguarse y Taehyung cerró lo ojos, Seul no le estaba dando una buena bienvenida y tan sólo habían pasado horas de su llegada.
"¿Que tal si lo sueltas viejo verde? No creo que quieras que los policías y tooodo el bus se entere. Sería una lástima que tengas una denuncia por acoso ¿no?" Habló una voz profunda, no tan lejos de donde se encontraban. Al instante, todo el bus se volvió silencioso.
"Suéltalo, o no tendrás la necesidad de tener manos de vuelta. Y no me hagas repetirlo."
Taehyung sintió las manos alejarse de su cuerpo y pronto el ruido de la puerta del bus abrirse, supuso que aquel hombre se había ido. A pesar de aquello, no se animó a abrir los ojos. Los murmullos que eran suaves pronto se volvieron fuertes, y todo su mundo pareció dar vuelta por un segundo. El pelirubio se dio cuenta de que de repente faltaba el aire y sintió desesperación por bajar. Quería salir de allí.
"Hey, tranquilo. Vamos, respira conmigo." Escuchó de vuelta aquella voz, sólo que estaba vez parecía lejana.
"N-no puedo." murmuró Taehyung, sintiendo de repente un cálido toque en su hombro.
"Si puedes, escucha mi voz. Con paciencia a la cuenta de tres, respiras profundo y sueltas el aire de a poquito. ¿Si?" El pelirubio asintió e intentó.
Perdiendo la cuenta de cuántas veces habían respirado y cuántos minutos habían pasado, Taehyung comenzó a reincorporarse.
Abrió los ojos, encontrándose con la mirada azabache más dulce y cálida que había visto en toda su vida. Era un chico de tez pálida y cabello negro que contrastaba a la perfección.
"¿Mejor?" Preguntó con delicadeza.
"G-gacias por salvarme." Asintió Taehyung tímido.
"¿Eres de Daegu?
"¡¿Cómo lo sabes?!" Preguntó Taehyung sorprendido.
"Por la tonada, yo también nací allí." Taehyung sintió la ausencia de la mano en su hombro al ver al chico levantarse, y desorientado intentó tomar la mano de vuelta, recibiendo una pequeña y tranquilizadora sonrisa.
"Estoy aquí, no me iré así que no te preocupes. Por cierto, ¿cuál es tu nombre?"
"Kim Taehyung."
"Yo soy Min Yoongi."
El azabache extendió su mano para ayudar a que Taehyung se levantara del suelo.
"Lamento que este sea tu primer día en Seul, pero bienvenido Taehyung."

Tal vez no era un día tan malo después de todo, pensó el pelirubio al ver la sonrisa de Yoongi.