Capítulo 54

2.1K 174 63
                                    

Leonardo

Un bostezo había salido de mis labios mientras estiraba mi cuerpo aún estando sobre la cama. Estaba en completa comodidad.

Estaba aún acostado, cubierto por una cobija cálida y gruesa junto una hermosa chica, la cual estaba bastante dormida a mi lado.

¿Qué podría ser mejor?

Solo faltaba que viniera nuestro pequeño o pequeña a nuestros brazos.

Estaba bastante ansioso por ello. Faltaba literalmente nada para que cumpliera los nueve meses en el vientre de Vanessa, eso significaba que en cualquier momento ese pequeño ser creado por ambos saldría a conocer el mundo.

Durante todo este último mes, había estado más que atento a cualquier síntoma o la más mínima cosa que hiciera Vanessa.

Él dia de ayer habíamos optado por ir hacer compras navideñas.

No fuimos por mucho, solo habíamos ido a comprar las luces, el árbol de navidad, unas cuantas luces para decorar la casa y este mismo sin olvidar las esferas y listones que lo decorarían.

Como lo dije... no habíamos comprado mucho puesto que unos dolores algo... fuertes se estaban apoderando de ella el día de ayer.

Para nuestra suerte, al llegar a casa y que ella descansara un poco había funcionado. Estaba muy pendiente a ella.

La observé dormir mientas ella tocaba mi pecho. Estaba acurrucada contra este mismo puesto que hacía bastante frío a pesar de tener la calefacción encendida.

Tampoco faltaba mucho para que empezara a nevar.

Decidí acariciar la mejilla de Vanessa con ternura a pesar de que ella estuviera aún dormida.

— Buenos días, señorita Woods — susurré cercanamente a su oído.

Ella movió un poco su cuerpo entre mis brazos.

— Buenos días, amor.

Sus palabras habían salido totalmente adormiladas. Sonreí leve.

— ¿Cómo amaneció, señorita? — pregunté seductoramente mientras dejaba un pequeño beso sobre su frente.

Ella mantuvo sus ojos cerrados.

— Creo que bien... señor Black.

Esa respuesta no me estaba gustando en lo absoluto. Negué levemente.

— ¿Cree?

En ningún momento abrió sus ojos.

— Si...

—  Nena... abre los ojos. Quiero que me veas.

Ella suspiró pesadamente mientras abría lentamente sus ojos.

Estaba ansioso por verle sus hermosos ojos, tal cual solía hacerlo y amaba hacerlo pero... una sensación de disgusto tanto de preocupación se había predominado de mi al percatarme que estos mismos estaba algo llorosos reprimiendo unas cuantas lágrimas.

— ¿Qué sucede? — pregunté bastante alarmado.

— Nada — dijo simple — estoy bien. Solo fue un leve dolor — dijo ella tomando asiento en la cama.

Se había incorporado de una forma rápida, así que yo hice lo mismo.

— ¿Estas segura de que te encuentras bien? — insistí una vez más.

Ella asintió tocando su vientre.

— Segura.

Tomé su mano con cuidado para acercarme a su mejilla y besarla. Su respuesta no me convencía del todo pero si le insistía mucho se podría irritar y poner de mal humor.

BLACK  // Completa ||EN EDICIÓNWhere stories live. Discover now