Meses después

2.5K 148 28
                                    

Todo va de maravilla, la recuperación de Cameron había sido exitosa, me alegra verlo al lado mío, aún durmiendo y ver el solo como empieza a salir, me siento la persona más feliz del mundo, es cómo si lo tuviera todo, definitivamente no puedo pedir nada más.

Tenemos programada nuestra boda dentro de 8 días, esperemos que todo salga a la perfección y no hayan más inconvenientes cómo ha ocurrido hasta el momento.

—Te levantaste—le dije mirándolo lo hermoso que era.

—Me levanto al lado de la persona que amo.

Lo besé y le pregunté qué quería de desayuno, luego fui a prepararle el desayuno.

—¿No es hermoso que en 8 días ya seas solo mío?—me dijo.

—Lo es. Te quiero todo para mí.

Cameron y yo nos levantamos, salimos a dar un paseo por la ciudad. Pasar el tiempo junto a él, simplemente no había nada más que comparara con eso.

—Mi vida, ¿a donde quieres ir de Luna de miel?—me preguntó.

Siempre he querido conocer la costa Caribe, me han dicho que Panamá y Colombia son los mejores lugares para conocerlo.

—¿Vamos a Colombia?—le dije.

—¡Oh Colombia! Definitivamente tenemos que ir allá.

Ya me imagino al lado de él, en esas playas afrodisíacas de Colombia. ¡Qué emoción!

Vi que tengo una llamada.

—¿Si?—pregunté.

—¡Joe! ¿Cómo estás hijo mío?

—¿Mamá?—no le reconocía la voz—¡Wow! Mamá qué alegría escucharte, te extraño tanto.

—Nosotros igual hijo, pero adivina, tu padre y yo ahorramos mucho para poderte ir a visitar, en 5 días salimos para allá.

OMG, no puedo creer, mis padres vienen para acá prácticamente para la fecha de mi boda, ¿ahora que carajos les voy a decir? ¡Mamá, New York me hizo gay! ¿Le dará un infarto?

¿Y qué le digo a Cameron? ¿Conocerás a tus suegros que van a querer asesinarte? No puedo creerlo, podían venir a otra fecha y miraba como me las arreglaba pero, no, en estas fechas no. ¿Qué carajos voy hacer? Ya vi la cara de mi papá queriéndome ahorcar. Alguna solución tendré que encontrar.

—Mis padres vienen para acá—le dije a Cameron.

—¿Y ellos no sabe cierto?—preguntó.

Cameron se ven tan sexy, cada día lo veo más lindo, me provoca hacerle el amor aquí en las calles de New York.

—No...

—Pues le decimos, ¿no crees?

—Tú eres idiota ¿o qué? no puedo decirles así como así, a mi madre le da un infarto.

¿Por qué en esta sociedad es tan difícil salir del closet? Me exaspera eso.

—Yo les digo.

—¡Ay, Cameron! Pareciera que estuvieras hablando babosadas. ¿no entiendes?

Parezco una vieja histérica y peleona, me siento de tal manera.

—Está bien, no diré nada más.

No podemos posponer la boda, no puedo decirles a mis padres que no vengan, no puedo multiplicarme, ¿qué voy hacer? Creo que necesitaré valor para decirle, ojalá Cameron y yo salgamos vivos de esta, mi madre es más brava que esa bala que le dispararon a Cameron.

Pareciera que en la ciudad estuviera temblando, comenzó a llover terrible y me dio mucho frío, le dije a Cameron que nos fuéramos para la casa rápido.

Cuando llegamos me acosté, y me eché las cobijas encima, se sentía de maravilla. Quería dormir.

Cameron comenzó a tocarme la pierna lentamente y a besarme el oído. Se sentía rico pero tenía demasiado sueño, igualmente él procedió y empecé a dejarme llevar.

Lo comencé a besar mientras veía como su miembro se ponía erecto, lo besaba cada vez más y más, luego empecé a besar su miembro y a chuparlo lentamente, el hacia unos quejidos tan deliciosos.

—Te amo—me dijo.

Yo seguí consintiéndolo y besándolo todo el cuerpo, luego me alzó y comenzó a pasad su miembro por mi cola, se sentía placentero. Así fue metiéndolo cada vez más despacio. Muchos minutos después sentí que vino dentro mi, nos quedamos abrazados y me dormí.

(...)

Se suponía que hoy tenía clases pero tengo demasiada pereza, quiero quedarme con Cameron aquí, aunque el ya no dicte clases si extraño verlo en el salón.

—Adiós mi vida—me dijo Cam dándome un beso.

Cogí un taxi y cuando llegue vi a mucha gente reunida.

—¿Qué pasa?—pregunté.

—Quieren cerrar la sede y dar por determinadas las clases.

Qué triste escuchar esto, pero no sé. Horas después escuché que había un comunicado para estudiantes.

Así pasamos la jornada, ayudando y ayudando, la gente aún me preguntaba a veces por Mercy, trataba de evitarlo pero a veces se me era imposible, aún así no me gustaba responder este tipo de preguntas incómodas.

—Hola, soy Daniel—se me acercó un chico.

—Hola Daniel—le respondí.

—Eres un papacito.

Me reí un poco.

—Gracias y tengo novio.

—Lo sé. Es el antiguo profesor.

Al parecer aquí la gente conoce toda mi vida, definitivamente las personas son lo más chismoso de este mundo, ¿qué les pasa, acaso no tendrá vida?

—Sí, Cameron, es mi novio.

—No te estoy insinuando nada de igual manera, espero pases un buen día, ya hablaremos otro día.

No creo que vaya a hablar con él. Luego se fue.

—¡Hola Joe!—dijo Paulina, una nueva amiga que me había hecho.

—Hola Pau, ¿cómo estás?—pregunté.

—Bien bien—sonrió—. ¿Oye y conoces a ese tal Daniel?

—Lo acabo de conocer—dije.

—Yo también pero escuche que alguien lo llamó y nombró a Mercy.

Amor ImposibleOù les histoires vivent. Découvrez maintenant