1. Mi Única

#48 Victor

          

—Hola papá, mamá.

—Hola cariño —saluda mi madre—. ¿Cómo estás?

—Bien, ¿está por ahí Alice? Me gustaría saludarla.

—Sí, espera... Alice —grita mi madre—, Victor está...

—VICTOOOOOOR —grita apareciendo de repente mi hermana.

—Hola enana, ¿cómo estás?

—¡Bien! Te echo de menos —me dice haciendo un puchero.

—Yo también te echo de menos pero ya verás que nos veremos antes de que te des cuenta.

—¡Vale! Me voy a jugar, Alison está en casa. Adiós, te quiero.

—Yo también te quiero —le digo a una pantalla vacía porque Alice ya se ha ido.

—¿Qué está pasando hijo? —pregunta mi padre preocupado.

—Tengo algo que contaros.

Estoy un buen rato explicándoles todo lo que ha pasado con la ayuda de Clark en algunas partes finales y ellos me escuchan desconcertados. Papá me mira frunciendo el ceño y habla con desconfianza, en cambio mamá está fascinada de que algo así sea posible.

—¿Estás seguro de esto Clark? —pregunta papá.

—Estoy seguro de que confío en tu hijo David.

—Lo sé, lo sé pero estamos hablando de una humana. Una humana que sabe de nosotros, ¿sabes lo peligroso que es eso?

—No con Nora, ella jamás haría nada en nuestra contra. Se aman David y morirían el uno por el otro.

—Sí, sí... ¿pero un humano y un lobo? Eso es imposible.

—Yo creo que es asombroso —responde mi madre. 

—Lo es —le dice Clark a mi madre—, y tendrías que verlos hermanita, tu hijo es un cursi —añade riéndose entre dientes mientras se escucha a mi madre sollozar. Será dramática. Y Clark un bocazas.

—Clark quiere hacer una reunión para todo el clan explicando la situación. Nora es mía y va a vivir por tanto va a ser mi esposa y líder —explico yo.

—Eso me preocupa bastante, no creo que escuchen hijo, no creo que les guste que una humana que no tiene ni idea de nada te ayude a dirigirles.

—Por eso necesitamos vuestro apoyo. ¡Por favor papá!

—Por supuesto cariño, cuentas con nosotros —dice mi madre—, y tengo muchas ganas de conocerla. ¿Es guapa? ¿Es amable? ¿Te trata bien? ¿Cómo es?

—No empieces, no quiero que la asustes.

—No lo haré —me dice a la defensiva.

—Ni que me avergüences.

—Eso no puedo prometerlo —dice inocentemente.

—Cariño, ¿esto te parece bien? Es una locura —le dice mi padre a mi madre con el ceño fruncido. Si sigue con esa expresión más tiempo acabará con solo una ceja.

—Es difícil de asimilar pero es nuestro hijo, confío en él y también en Clark. 

—Pero Victor debería estar con alguien como Hannah no como Nirma o como se llame esa humana.

—Nora papa, se llama Nora. Y yo no quiero a Hannah, quiero a Nora.

—Ella no es una loba hijo.