Capítulo 5

17.1K 1.3K 881
                                    

V

“Disimulay no busques mis ojos que una simple mirada nos puede traicionar.”

Nunca me había sentido tan bien de estar acostado en mi cama, normalmente este es mi refugio, el lugar donde puedo explotar, el lugar que me ve tan destrozado, donde me duele la cabeza de tanto pensar en ti, donde tienes la costumbre de aparecerte en mis sueños y luego simplemente desaparecer. Pero hoy, te tengo aquí, conmigo.

—¿Recuerdas cuando nos conocimos?– preguntaste después de un rato, estabas mirando al techo, no conteste pero tu seguiste. –Te veías hermoso.

Cerré los ojos y sonreí, ¿Acaso puedes ser más perfecto?

~~~

Un beso, dos, tres, cuatro, cinco, seis… dejabas pequeños besitos en cada centímetro de mi rostro, sonreí aun con los ojos cerrados y pude sentir como tú sonreías también.

—Despierta, bello durmiente. –dijiste tiernamente y acariciaste mi nariz con la tuya, dándome un dulce beso esquimal.

Sentí cosquillas y abrí los parpados y vi la imagen más perfecta, estabas sobre mí mirándome de la forma más maravillosa con cada brazo apoyado en la cama a cada lado de mi cabeza.

—Hola. – me saludaste inocente.

No pude soportarlo, te tome del cuello y te acerque a mi cuerpo, tus brazos se debilitaron y caíste dejando todo tu peso sobre mí, aprovechaste y escondiste tu cabeza en mi cuello, aspirando mi olor y dejando suaves besos llenos de tu saliva provocando que unas cosquillas se situaran en mi vientre. Me matas. Acaricie tu suave cabello con una mano y con la otra la deliciosa piel de tu espalda desnuda cubierta de diminutas y perfectas pecas. Suspire, podría pasarme toda la vida haciendo esto, podría contar aquellas pecas una y otra vez porque nunca me cansare de deleitarme. Si muriera en este momento, moriría feliz en tus brazos…

Me sacaste de mi letargo cuando sentí un leve, pero placentero dolor en mi cuello.

—¡Ouch! –exclamé.

Habías dado un pequeño mordisco y luego succionaste una pequeña parte de aquella zona tan sensible. Eras consiente de las marcas consecuentes a ese acto, pero seguiste haciéndolo, y yo comencé a reír.

—Mío, mío, solo mío. – dijiste en un tono demasiado infantil, pero completamente adorable.

Reí como idiota. Tuyo… Solo tuyo, siempre he sido tuyo.

Te levantaste pesadamente de la cama y comenzaste a buscar tu camisa por toda la habitación. Mire el reloj, marcaba las 1:05 am. Encontraste tu camisa y te la pusiste. Me miraste.

—Tengo que irme.

—Quédate. –Susurré apenas.

—Me tengo que duchar, Harry. – dijiste. –Tenemos entrevista en unas horas.

Cierto, mañana, bueno, hoy es día de entrevista. 

—Báñate aquí. – dije y sentí como la sangre se acumuló rápidamente en mis mejillas.

Sonreíste con aquella sonrisa tan resplandeciente que vuelve loco a mi corazón.

—En otra ocasión. – dijiste depositando un tierno beso en mis labios. – Te veo en unas horas. – guiñaste un ojo provocadoramente y desapareciste a través de aquella puerta.

~~~

¡Damn it! me volví a quedar dormido, se me hacía tarde para la entrevista, tenía unas 10 llamadas de nuestro manager preguntándome donde estaba y porque no había llegado. Me duche y vestí a una velocidad extraordinaria y cuando estuve a punto de salir, lo vi, vi aquella prenda tirada en el piso de mi living.

Sonreí traviesamente y salí en dirección al lugar de la entrevista.

Llegue y no era tan tarde como imaginaba, apenas estaban preparando todo, y nuestro manager revisaba si las preguntas eran apropiadas. Te busque con la mirada y cuando te encontré me estabas mirando fijamente sonriendo cómplice cuando viste que llevaba puesto tu suéter, aquel que olvidaste en mi departamento cuando nos besábamos salvajemente, con el cierre hasta arriba cubriendo cierta “evidencia”.

Te sentaste a mi lado, como siempre. Tu pierna rozaba levemente con la mía. Sabes lo que eso me provoca.

La entrevista iba bien, tú contestabas la mayoría de las preguntas y yo no podía hacer otra cosa que observarte con admiración tenías una facilidad para hablar y expresarte que ya quisiera tener yo. Claro tenía que asentir de vez en cuando como si estuviera poniendo atención a lo que estabas diciendo, pero yo no podía concentrarme en otra cosa que no fueran tus labios y el movimiento de estos. 

—¿Siguen viviendo Harry y tu juntos? – preguntó la entrevistadora dirigiéndose a ti.– La pregunta capto mi atención.

—No, ahora todos vivimos en departamentos separados. –respondiste.

—Pero de todos modos, siempre están juntos. –escuche decir a Liam.

Te mire y me miraste, no podíamos dejar de hacerlo. Disimula.

—Se te ve muy enamorado, Louis. –dijo la mujer.

Mis ojos se abrieron como platos al igual que los tuyos, te vi tragando saliva.

—¿Cómo va tu relación con tu novia?– continuó.

—Bien. –dijiste simplemente.

—Pues yo creo que más que bien, vemos que te acompaña a todos lados. –dijo y volvimos la atención a donde ella estaba mirando.

Ella estaba ahí, observando la entrevista fuera de cámaras. Sentí una opresión en el pecho baje la mirada para ocultar mi evidente tristeza y vi como cerrabas tu mano que estaba sobre tu pierna en un puño, sabía que te estabas conteniendo para no tomar mi mano en aquel momento. Disimula.

La entrevista acabo y desapareciste con ella.

¿Por qué un día me llevas a la cima y el otro me tienes en el fondo del abismo?


***

¡Gracias por leer! <3

Disimula (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora