Te vas!

30 0 0
                                    



" Es lesbiana, por eso te sigue y no te das cuenta" me dice, y yo solo puedo pensar, ¿y? si es lesbiana, súper, bien por ella, y no logro aún ver el motivo de tanto enojo. Mi yo, de 24 años todopoderosa aún, en posición muro de concreto, pienso: vamos tírame la siguiente estupidez como si me lanzaras un vaso de vidrio barato, en cuanto lo lances y me llegue, lo destruiré.

Y lo lanza: " no quiero que sigas yendo a esa clase, ni que venga a la casa" 

Gracias a mi versión de Alessandra superada, (formada en los días universitarios en donde faltaba el dinero, sobraba el hambre, desbordaba el cansancio, pero hinchaba el orgullo por hacer aquello que los demás no podían) activé mi estado de alerta y demostré poder e independencia, y le dije con poca amabilidad y mucho menos amor: Te vas de mi casa!

Después de once meses, después de miles de besos y una relación que avanzaba maratónicamente, después de algunas escenas de celos que pasaron desapercibidas, allí estábamos, con solo 02 meses de convivencia, terminando nuestra "espectacular" relación gracias al pensamiento más retrógrada que podía haberle escuchado, y por haber supuesto que podía decirme que hacer y que no, por siquiera pensar que podía decidir a quien elegiría como amiga.

Si alguien, me decía en ese momento, que años después, sin darme cuenta estaría pidiéndole permiso para ir al baño, me hubiese reído sin parar, con lágrimas incluídas.

Se fue, porque era mi casa, la que con mi trabajo pagaba y a la que llegó a vivir casi sin un centavo en el bolsillo. Hoy, mi tarjeta con mi dinero llegan y van directo a sus manos.

La vida a su lado, resultó una bola de nieve implacable para mi, se hacía más grande con cada atención, con cada ramos de flores, tulipanes y girasoles. Se hacía además sólida, como si la nieve se transformará en hielo duro. Cada detalle romántico (venido del chico que por 9 años mantuvo una relación anterior, sin jamás haber regalado una rosa, ni ofrecido pasar su vida junto a ella) hacía que se solidifique aún más aquel mounstruo que íbamos formando: la pareja ideal. 

Un día desperté y tenía un anillo en el dedo, además de 17 ganglios inflamados a causa del estrés, debido a que aún no me daban resultados por alguna cosa extraña que pasaba con mi salud, en paralelo, apareció una disfunción en el corazón. Hoy sé que el universo sabio trataba de darme señales a través de mi cuerpo, me decía, para, detente! no sigas, esta no es la vida que tenemos para ti.




You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Dec 17, 2018 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

¿Puedo ir al baño?Where stories live. Discover now