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Las historias de amor siempre han sido mis favoritas.

Esas historias donde los amantes se reúnen bajo la luz de la luna y la belleza del sol a demostrar el lazo que los une a través del cosmos.

Un cosmos que fusiona las almas destinadas a ser a pesar de perecer. Esas almas que se juntan en el alba y se abrazan en la calma, se besan, se unen, se enlazan.

Y lo hacen tanto, que se aman. Que se queman una a otra en las llamas del amor y la pasión.

Unas llamas puras y preciosas que no dañan.

Porque el amor no daña, el amor no engaña.
El amor es libre de sentir, de vivir, de existir.

Así es como te amo a ti, Derek Hale.

Te amo entre las sombras y entre las columnas que se ocultan junto a nuestros furtivos y castos besos.

Te amo y te necesito como un niño puede necesitar a su madre para vivir.

Porque aunque tú no eres mi vida. Tú haces que mi vida sea una vida bien vivida.

Tú la haces una vida, para estar junto a la tuya, para hacer de estos dos seres uno solo.

Un ser amado y amante, un ser que existe para el otro y con el otro.

Porque así te amo yo, mi amado Sourwolf.

- Stiles.

(...)

Las frías oleadas de viento que se escurrían por las ventanas calaban en mis huesos como los intensos nervios que sentía.

La carta había sido enviada hace ya unas horas. Su destinatario podría estarla leyendo ahora mismo.

Aquel destinatario de ojos esmeralda que iluminan el infierno con su bello brillo.

Mi amado, mi imposible, mi otra mitad, mi Derek Hale.

Podría imaginarlo, incluso, sosteniendo aquel pedazo de papel con su amplia sonrisa, trazando así una curva perfecta entre lo hermoso y lo increíble.

Él era mi arte, yo era su arte, y juntos nos profesábamos el arte de amarte.

- Stiles, la repartición semanal está por comenzar. O te levantas ya o te quedas sin comer esta semana. - casi gritó aquel hombre de edad que amaba con mi ser. Mi padre.

- Estoy en eso papá. - respondí tomando un costal de la repisa vieja y sucia. - Espero que esta semana sea algo más que frijoles de lata.

- Los reyes son buenos dándonos de comer Stiles, no podemos quejarnos y exigir. - reprochó con su mirada seria. - Es una bendición que sean nuestros reyes.

- Una bendición sería que no nos consumieran con sus impuestos, para luego derrocharlos en cosas ostentosas e innecesarias. - reclamé.

Sabía que de estos temas no se debía hablar, pues -además de ser ilegal-, resultaba inútil.

Hacer cambiar de opinión a mi papá era como enseñarle a un burro a volar.
Imposible.

Lo escuché suspirar así que me acerqué y besé su mejilla, despidiéndome con la mano y corriendo al centro de la ciudad para recoger lo que se supone por derecho es mío.

El ver a personas empujándose y golpeándose indicaba que aún habían raciones, pero no muchas.

Esquivando uno que otro revoltoso me escabullí hasta dar con el camión indicado. Sonriente y victorioso estiré ambas manos para recibir los alimentos de la semana.

Burn With Me. - Sterek One Shot.Место, где живут истории. Откройте их для себя