CAPÍTULO 6

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El Alfa Dante me dio a beber parte de su sangre. Comentando algunas palabras en un idioma que al parecer era antiguo. Solo los Reyes alfas estudian el antiguo lenguaje, y no lo aprenden de profesores. Si no de los Reyes Alfas anteriores.

Cuando termino de hablar ya había terminado de recitar, dando por terminada nuestra unión. Y siendo oficialmente Beta del Rey Alfa Dante.

Dante dio un fuerte aullido y salió a la terraza, transformándose en lobo. Posteriormente, salí yo, siguiéndole el paso y dando inicio a mi presentación en toda la manada.

Esta presentación consta de un recorrido por toda la manda, aullando y dándome a conocer frente a todos.

Por lo regular, esta presentación es más fácil porque se realiza una fiesta en donde están presentes todos los lobos, pero a falta de tiempo se tuvo que realizar de esta forma.

Algunos lobos se regocijaron y se unieron a nosotros en la presentación, acompañándonos y festejando conmigo.

Estuvimos corriendo y festejando mi transformación todo el día. La manada estaba más que extasiada y muy felices por la nueva beta.

Al terminar de correr por toda la manada, el Alfa Dante me invito a su despacho a platicar a solas.

Estábamos ambos sentados, uno frente a otro. Hasta que por fin rompió el silencio.

"Lo que te voy a comentar, quiero que quede entre nosotros Teresa" comenzó a hablar el Alfa muy serio.

"Claro que si Alfa. Soy una tumba" le respondí haciendo una seña con la mano.

"Hace unos días vino a mí una bruja blanca y me vine a advertir" se recargó en el escritorio entrelazando sus manos "O mejor dijo, me leyó el futuro"

Me tense al instante "¿Qué le dijo?" pregunte preocupada.

"Nada"

"¿Nada?" repetí no comprendiendo.

"Teresa, yo ya no tengo futuro. Es muy probable que muera en unas horas o días a lo mucho"

Esto no puede ser, el Alfa Dante aún no puede morir. Es muy joven y está lleno de vida.

"Teresa, te digo esto para que en un futuro busques al futuro Alfa"

"¿Cómo que lo busque? No estoy entendiendo Alfa" le contesté nerviosa y tratando de retener las lágrimas.

"Teresa, ten la mente fría. Eres la beta de la manada Zafiro, tienes muchas responsabilidades. No puedes romperte fácilmente" me hablo muy fuerte el Alfa, sacándome de mi aturdimiento "Quiero que busques a mi hermano Jhon"

"Pero Alfa, su hermano lleva más de 6 años desaparecido. No creo que sea razonable elegirlo a él"

"Créeme, él es la mejor opción. Quiero que tú seas su Beta y lo guíes. Yo creo en ti Teresa"

Asentí tristemente a sus órdenes. No quiero que mi Alfa muera, haré todo lo que esté en mis manos para salvarlo de su cruel destino.

"Ten" me entrego un sobre "Dejaré esta carta para él, si algo me sucede quiero que se la entregues personalmente" asentí aguantándome las ganas de llorar.

"Haré lo mejor que pueda Alfa"

Salí muy triste del despacho del Alfa, me dirigí a mi casa a paso lento. Asimilando todo lo que mi Alfa me comento. No puedo permitir que asesinen a mi Alfa, primero muerta antes de que lo mate. Y con esa mentalidad llegué a mi casa y me dispuse a descansar.

"¡Teresa!" me grito mi padre, despertándome al instante. "¡Despierta! ¡Estamos bajo ataque! ¡Muévete rápido!" me caí de la cama por el susto y aun soñolienta me cambié de ropa.

Mire por la ventana y el cielo aún estaba oscuro, pero la ciudad estaba al rojo vivo. Muchas casas se estaban incendiando y había lobos corriendo de un lugar a otro.

Me dirigí a un cajón y de esta saque un cuchillo de plata que tenía guardado en caso de emergencia. Si no me sirven las garras, mínimo me va a servir este pequeño cuchillo de plata.

Bajé corriendo las escaleras y vi a mi hermano sentado en un sillón, temblando de miedo.

"¡Vamos! ¡Te llevare al refugio!" él asintió temeroso. No había nadie más en la casa, mis padres son guerreros, así que deben estar en las calles defendiendo a la manada.

Lleve a mi hermano conmigo, con sumo cuidado. Hasta que llegamos a la casa del Alfa que aún se encontraba resguardada. La casa estaba llena de guardias, Joel y lo éntranos a la casa y nos dirigimos directamente al sótano.

Abrieron la puerta, dejando entrar a mi hermano. Entre con él y vi a los omegas más débiles de la manada y a los humanos temblando de miedo. Bruno estaba entre ellos, en una esquina acurrucada con su familia. Del lado contrario estaba Caín con sus padres. Al verme entrar se acercó a mi preocupado.

"Es un alivio que estés bien" me acerco a él y me abrazo muy fuerte

"Me alegro de que estés bien Caín" trate de devolverle el abrazo, aún me sentía un poco incómoda. Pero estaba realmente alegre que él estuviera bien. "Veo que todo está en orden aquí, es hora de irme" me separe de él.

"¡¿Qué?! ¡No te puedes ir!, afuera es peligroso" trato de detenerme.

"Caín" lo llamé "Recuerda que soy la Beta de la manada. Toda mi vida estuve entrenando para este momento, es hora de irme"

Él asintió muy poco convencido, estaba a punto de irme, cuando toma mi rostro bruscamente y me planto un beso.

Sus labios besaron mi mejilla. Todo a mi alrededor quedo en completo silencio, solo éramos él y yo.

Recapacite y me separe de él bruscamente, dándole un leve empujón. Obvio controlando mi fuerza porque si me excedía podía mandarlo a volar.

"¿Qué rayos haces?" le pregunté sonrojada. Estaba nerviosa.

"Sé que te dije que esperaría el tiempo que fuera necesario. Pero ahora mismo ponte en mi lugar, la persona que me gusta ira a un lugar peligroso, en donde es probable que pierda la vida. No quiero tener ningún arrepentimiento"

Él tiene razón. Sabe que le gusto, y está haciendo lo posible para conquistarme. No está perdiendo el tiempo y va a lo seguro.

Al fin me decidí.

"Cuando regrese hablare con el nuevo Alfa, para que seas mi pareja" demande con voz autoritaria.

Caín sonrió alegremente y tomo mi mano "Primero tienes que cortejarme, no soy una persona fácil" trato de bromear.

"Por favor cuida de mi hermano" le suplique, él asintió y me aleje a paso rápido.

Fuera del refugio era un caos. Habían muchos lobos peleando y algunos cuerpos sin vida en el piso.

A lo lejos vislumbre a mi Alfa, peleando con otro lobo. Ambos parecían casi del mismo tamaño, sin dudarlo corrí a su dirección y golpeé al lobo en las costillas.

"Mira quetenemos aquí, la cachorra Beta" me nombro.

ME LLAMAN LA RECHAZADA. (COMPLETA)Where stories live. Discover now