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El sol fuerte del mediodía se colaba por las ventanas de la habitación, y antigua oficina de Renzo y Gian ...

POV Renato

Renato estaba acostado de lado, mirando fijamente la espalda de Gabriel, cubierta por una remera holgada color gris y sus rizos negros todos revueltos ...

No puedo creer lo que hice anoche, le negué un beso a Julián, a Julián que me encanta, y no me hace reclamos, pero eso no nada, se lo negué para buscar a Gabriel porque justo sonó un cuarteto y Dios, la forma en que me miró, esos ojos que me volvieron loco hace tres años atrás, lo volvieron a hacer anoche, volví a encontrar en el a la persona que conocía antes de la pelea, volví a encontrar ese Gabriel atento, amigable, desestructurado al que le gusta bailar, volví a encontrar la felicidad en su compañía.

Pero no puedo seguir pensando así, aunque no lo pueda evitar, él quiere que seamos amigos y dejar el pasado atrás, y tiene razón, no puedo cagarla esta vez, tengo que hacerme la idea de que esto es solo una amistad y nada más, no puedo volver a caer en sus ojos, en su sonrisa, en su forma de arrugar la nariz cuando sonríe, en su forma de mover las caderas cuando baila, en su forma dulce de tocarme, él es mi amigo y nada más, nada va a pasar y es hora de que mi corazón se le una a mi cabeza y confié en que es lo mejor para los dos.

Renato vio a Gabriel removerse en la cama y se giró, quedando de espaldas a Gabriel y mirando hacia la venta de la habitación.

POV Gabriel

No sé porque, pero me desperté y sentí la necesidad de darme vuelta y mirar a Renato, que mierda me está pasando?, veo su espalda y quiero estirar mi mano y recorrer cada centímetro de su piel, trazar con mis dedos la línea de si columna, poner mi mano sobre su cuello y acariciarlo, tocarlo. Anoche cuando me invito a bailar lo hice sin dudarlo, como me gusto tenerlo cerca, verlo girar bajo mi mano y pasarla por su cintura, sonreí como un idiota cuando se rio y marco sus hoyuelos, me gusta tanto, pero no puedo ofrecerle más que ser su amigo, al menos por ahora, al menos hasta que entienda que me pasa, solo quiero volver a tenerlo cerca como antes, poder hablar y pasarla bien.

No sé qué es esto que siento, ni porque crece cada vez que lo tengo cerca o porque siento la necesidad de sostenerlo sobre mi pecho... quizás se lo diga o quizás no, quizás solo estoy confundido, no lo sé, pero por ahora es mi amigo.

*

El pensamiento de ambos chicos fue interrumpido por un golpe en la puerta, bruna los buscaba para almorzar ...

Se levantaron, mientras tato se cambiaba, Gabriel iba al baño y viceversa como todas las mañanas desde hacía ya casi una semana.

Si alguien les hubiese dicho ese domingo que subían al avión, que al reencontrarse iban a volver a llevarse bien he iban a revolucionar la cabeza del otro, haciendo de una forzada cordialidad a una natural amistad, ambos habrían reído y jurado que eso jamás pasaría.
Sin embargo, ahora tenían una rutina, iban a reuniones, almorzaban, pasaban el día juntos, iban de compras, hablaban de sus amigos, tomaban teres juntos en la pileta, definitivamente iban camino a un nuevo comienzo ...

*

Hoy la toscana parecía arder, era uno de los días más calurosos, por suerte la casona, al tener estructura algo ahuecada y techos altos el calor no era tan insoportable, pero era claro que la temperatura había aumentado considerablemente

Cuando ya estaban todos situados en la mesa, se dieron un deleite con la exquisita comida que geo siempre preparaba, aunque este fue un almuerzo liviano que se limitó a unos finos cortes de carne cocinada en olla de barro y ensaladas frescas variadas de la cuidada huerta casera.

Amor en la toscanaWhere stories live. Discover now