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Se podía ver como poco a poco el corazón del hermano menor se rompía, pero el discurso no había terminado, su padre no había echó sólo eso.
-Que susto se pegó cuando caíste enfermo por anda saber que cosa comiste, no tenía una sola moneda para llevarte al hospital del pueblo, pero igual te llevó corriendo al pueblo donde pateó la puerta de una vieja curandera diciendo que te curara, vaya a saber como el viejo le pago, en las noches mientras su fiebre subía el se sentaba en el borde de la cama y con unos trapos viejos mojados en agua fría te lo ponia en el pecho y luego se arrodillaba diciéndole a los santos y a Dios que no te llevase, que mejor lo lleve a el, acordate del caballo que te regalo, ese no era para vos, era para mi, pero al verlo tan feliz cuando lo mantaste vos se le rompió el corazón y te lo dio nomas.

Que Dios te perdone.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora