F O U R T E E N.

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Seungmin quizá se lo esperaba todo, cualquier cosa, un golpe, un grito...lo que sea porque estaba gritando tarde en una casa que no era la suya. Él se lo esperaba todo, menos un beso.

Hyunjin había logrado descolocarlo y mandar su cordura a kilómetros de allí con sólo su boca. Y Seungmin no se quejaba, no, en absoluto.

Forcejearon porque Hyunjin era malditamente demandante y Seungmin aún estaba con toda la euforia de la semi-discusión anterior a flor de piel.

La falta de aire hizo acto de presencia, y con ello tuvieron que separarse.

-Espero-dijo Hyunjin jadeando para recuperar el aire-Que dejes de decir tonterías, Kim Seungmin. ¿Cómo no iba a tener interés en ti? Eres la persona más absolutamente asombrosa que he visto nunca, tumbas los estereotipos y eres simplemente tú. Y de eso estoy completamente enamorado, maldita sea. Me gustas. Mucho. Y fue sencillamente asombroso que me hablases, y que me siguieses aguantando, porque quieras o no eres lo mejor que me ha pasado en esta vida de mierda, Minnie.

Hyunjin tomó una fuerte bocanada de aire, para proseguir, interrumpiendo a Seungmin, que iba a hablar.

-Y quiero que tengas una cita conmigo-dijo Hwang, suspirando, mirando brillante al pelirrojo al frente suya.

-Jinnie...yo...wow-susurró el menor-Claro que tendría una cita contigo-sonrió Seungmin, abalanzándose sobre Hyunjin para abrazarlo.

De la sorpresa, ambos acabaron por caer al suelo, y un rato después terminaron besándose allí mismo.

Todo hasta que sonó el móvil del menor, haciéndoles caer de la nube en la que estaban.

El pelirrojo cogió el dichoso aparato y se puso pálido al ver la hora, su madre lo había llamado en más de una ocasión porque iba realmente tarde a su hogar, a pesar de que dijo que se tenía que quedar en el instituto a ayudar, y después que iría a casa de un amigo a cenar.

-Mierda-susurró, levantándose, asustando un poco al mayor.

-¿Qué pasa?-preguntó el pelinegro.

-Se me había olvidado que ya llevaba tiempo aquí, mis madres están de los nervios.

-Oh, mierda, Minnie, perdona-suspiró Hyunjin echándose el pelo hacia atrás, para después levantarse del suelo-Es mi culpa, te llevo, te lo dije antes pero se me ha pasado.

-No es tu culpa, idiota-sonrió Seungmin-Pero si, si me llevas mejor, mi casa está un poco lejos.

-Y es tarde, no me gustaría que te pasase nada-dijo Hyunjin, cogiendo las llaves y el móvil.

Seungmin asintió y después cogió su chaqueta para salir de la casa.

Ambos salieron del edificio y fueron hacia la moto de Hyunjin, aparcada en una zona cercana e iluminada.

Hyunjin le tendió un casco mientras él se ponía el otro.

Se subieron, y Seungmin no tenía ni idea de dónde agarrarse, jamás había subido en moto y tampoco quería caerse y matarse, a sus madres no les haría gracia.

Hyunjin sonrió sentado y se giró un poco, cogiendo las manos del pelirrojo en el proceso.

-Ponlas en mi cintura, o por el contrario te caerás-dijo el mayor, haciendo sonrojar al más bajo.

Hyunjin arrancó, haciendo que por instinto Seungmin se aferrase a su cuerpo, y emprendieron el camino a casa del menor.

Al rato llegaron, y Seungmin bajó en cuanto Hwang paró el vehículo, se negaba a volver a montarse en ese aparato del diablo.

LUCKY STRIKE @ 𝐡𝐡𝐣 + 𝐤𝐬𝐦Where stories live. Discover now