viginti.

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|| SinB || 

⎯⎯Vaya, si que se pusieron las cosas feas; ahora entiendo por qué el otro día te vi con la cara lastimada⎯⎯. Me miraba Yerin apoyada en la pared de la cocina, mientras yo acomodaba los trastes que recién había terminado de lavar.

Nos encontrábamos solas en casa, pues hoy es miércoles, día en el que mamá va de compras. Así que, como decidí ayudar en el quehacer de la casa, ella y Eunha se fueron al supermercado; mientras la rubia me hacia compañía.

⎯⎯Lo fue⎯⎯. Solté un suspiro ⎯⎯Lamento no habértelo contado ese día, estas dos semanas he tenido muchas cosas en la cabeza.

⎯⎯Y una de esas cosas es Eunha ¿no?

A pesar de lo serio que era la pequeña conversación, sonreí un poco, pues no se equivocaba. Si me dieran una moneda por cada vez que Yerin acierta algo que pienso, ya sería millonaria.

⎯⎯Sí, pero no solo ella. También he pensado sobre lo que pasó con el señor Jung, y más aparte sobre como les voy a decir a mis padres mi relación con Eunha.

⎯⎯Creí que ya se los habías dicho antes. SinB, tienes que apresurarte y decirles ya; no les puedes seguir ocultando más la verdad.

⎯⎯Ya lo sé ⎯⎯. Apoyé las manos en la mesada de la cocina, sin poder evitar expresar mi angustia ante la situación ⎯⎯Eunha también me ha dicho lo mismo varias veces, Yerin, pero no es fácil. Decirles a mis padres que amo y salgo con una chica no es para nada fácil.

⎯⎯Tienes razón. Es difícil, pero no imposible⎯⎯. La rubia se acercó lentamente a mi y colocó la mano en mi hombro, transmitiéndome su apoyo ⎯⎯Animo, ShinBi-Ah.

Solamente asentí, coloqué mi mano sobre la de ella, dándole a entender mi agradecimiento, y le dediqué una sonrisa.

Una vez que terminé con los deberes, nos fuimos a la sala y encendimos el televisor para jugar videojuegos.

Cuando me senté a su lado, para entregarle uno de los controles, la noté pensativa. Era algo muy extraño verla así.

⎯⎯¿Qué pasa?

⎯⎯¿Mm? Nada, es sólo que...

Esperó a que yo hablara, sin embargo, me quedé callada para dejar que continuara; Yerin entendió al instante.

⎯⎯...me parece muy extraño que el padre de Eunha no se haya aparecido durante estas dos semanas. Quiero decir, por lo que me has contado, se nota que el señor no es de dejar las cosas así y creo que es muy obvio que puede encontrarla contigo, digo, tampoco es difícil saber donde vives. Tu padre es muy conocido por toda la colonia.

⎯⎯Ahora que lo dices, es cierto; es muy raro⎯⎯. Desvié la mirada hacia el televisor ⎯⎯El fin, por ahora, creo que es mejor que los días se mantengan así; no creo que Eunha quiera que su padre aparezca e intente llevársela.

⎯⎯Tienes razón.

Dejamos la conversación hasta allí y, sin más, comenzamos a jugar Gears of War.

Aproximadamente una hora después, mi madre y Eunha regresaron de las compras con muchas bolsas, la rubia y yo las ayudamos. Posteriormente a eso, entre las cuatro, preparamos la comida.

Esperamos un poco para que llegara papá de su trabajo y ahora los cinco nos dispusimos a comer tranquilamente, entre interesantes conversaciones y risas; claro, sin dejar de lado las rápidas miradas que Eunha y yo nos echábamos disimuladamente.

Gᥣᥲss Gᥲrdᥱᥒ ┋2ᥱᥙᥒbι ·˚ ༘:Where stories live. Discover now