Capitulo 4

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Omnisciente.

Lauren volvía a su casa llena de cansancio esa noche luego de un día arduo de trabajo y ganas de solo dormir mil horas sin la bulla que sus hermanos hacían cada día, más si eso se traspasaba en cada pared de la casa al ser Tan pequeña, era realmente desagradable pero no podía hacer nada contra eso, saludo a cada miembro de su familia con un beso en su mejilla sin decir nada más dejando una saco de harina que cargo desde el centro del pueblo hasta la casa, lo dejó sobre la mesa para que su mamá hiciera pan para tener al desayuno del día siguiente, a pesar que moría de hambre su cansancio era aún más fuerte por lo que tomó un vaso de leche junto con un plátano para caminar a la habitación que compartía con tres de sus hermanos, apenas entró se despojó de toda su ropa, tomando una camisola de dormir dejándola pasar por sus brazos para meterse en la cama donde las sábanas eran hechas con sacos de harinas, obra de su madre que amaba, al menos dormía abrigada, aunque muchas veces pasaba frío pero lo soportaba. Se tapo hasta los ojos soltando un largo suspiro recordando el episodio de la mañana la hija del señor Cabello, la manera tan despectiva al hablarle, las cosas que le dijo que muchas veces habían escuchado por parte de las personas del pueblo, sabía que se vestía diferente a todas las mujeres pero tampoco es que luciera como un chico, sus pantalones eran diseñados especialmente para que no se asemejara a eso, además de que era bastante femenina y se preocupaba de ella lo suficiente para no lucir con un chico.

Pero el cerebro tan pequeño de estas personas el que alguien saliera de sus parámetros impuestos ya era extraña o diferente, y usar pantalones era su mayor condena, todos creían que tenía un problema mental por hacerlo, pero no era así, ella tan solo no me gustaban ocupar vestidos o faldas, ella quería ocupar algo cómodo más si su trabajo era muy difícil  utilizar faldas o vestidos, pantalones era la mejor opción pero nadie lo iba a entender jamás, ella estaba condenada a ser juzgada sin siquiera ser escuchada porque las mujeres y menos una como ella lo sería, solo eran cosas que quedarían en su interior.

Le dolía ser juzgada, tampoco era un roble para soportar todos los comentarios despectivos, pero los comentarios de Camila si le habían dolido profundamente, y claro que había aceptado que ningún hombre la iba a querer como esposa pero tampoco le entusiasmaba mucho la idea de serlo, pero por un tiempo si lo quiso para ser normal y hacer sentir orgullosa a su familia, pero ningún Chico se fijó en ella para hacerla su esposa, a sus edad las mujeres ya no se casaban. Sabía que nunca iba a amar a un hombre, pero aún así sabía que podía amar a una persona... porque Lauren guardaba algunos secretos interiores, desde cuando era una veinteañera, a pesar de que eso era algo totalmente prohibido ella era muy diferente a lo normal, a la edad de dieciocho años experimentó lo prohibido.

Fue en Verano cuando algunos turistas vienen a conocer lugares hermosos, y su pueblo tenía varios lugares con esa condición, cascadas, Lagos, montañas y paisajes hermoso. Como cada año ella trabajaba mostrando el pueblo a las personas que venían de visitas, pero una persona cambio su vida en ese Verano, una mujer de treinta años de ojos azules y pelo castaño llegó a su vida para revolver todo, con una clase sofisticada, y una sonrisa que conquistaba a cualquier persona, era hermosa, completamente bella. Al principio solo fue una relación de cordialidad pero a medida que pasaron los días Celine comenzó a interesarse cada vez más en Lauren al conocer su mente, sus pensamiento y la manera en que se expresaba conquistó su corazón, y ella como mujer Francesa conocía mucho sobre la vida, al cabo de unos días una complicidad se fue creando hasta llegar a la tensión del deseo y la curiosidad de Lauren que nunca antes en su vida se había sentido de esa manera por ninguna persona, hasta Celine, ambas cayeron en una aventura de Verano donde la pasión fue la principal protagonista entre ambas, es que Celine había teñido experiencias en Europa con otras mujeres, le encantaba la anatomía femenina, pero sin duda lo que más le gustó a Lauren de la mujer fue la manera en la que la escuchaba, sus poemas y veía sus diseños con tanto aprecio, con felicidad impulsándola a seguir sus sueños, incluso algunos dibujos y pinturas que Lauren guardaba bajo siete llaves porque sabía que ninguna de esas cosas iban a ser Bien recibidas por las personas. Celine habia creído en ella y le había enseñado pero desde un principio supieron que todo terminaría junto con el verano y así fue, Celine se fue para nunca más saber la una de la otra, a pesar de que no se amaron si se quisieron mucho, y el cariño siempre se mantendría en sus memorias.

Enfermas de amor,CamrenWhere stories live. Discover now