Capítulo 50

61 2 1
                                    

Narrado desde el punto de vista de Mangel.

——-——-——-——-——-——-——-——-——-——-——-——-——-——-——-—

Al día siguiente la luz de las ventanas estaba dándome en la cara por completo, eran genial los ventanales que tenía la casa, pero una locura para quien durmiera ahí, aunque bueno claro, teniendo cada uno su cama era una tontería dormir en el salón, aunque yo estuviera aquí ahora... pero por una buena causa, básicamente porque me había comportado como un idiota y perdí el collar... pero bueno... ahora tenía que pensar en otras cosas... como por ejemplo que por fin parecía que las cosas con Rubius volvían a ser lo que eran antes... Pero... no podía dejar de pensar en lo que pasó anoche... tuve un sueño en el que notaba el roce de sus labios con los míos, antes de despertarme y dar ese mismo beso yo mismo... sabía que estaba besándome, lo sabía, o tal vez era lo que yo mismo deseaba por lo que podía vivir dentro del sueño... poder tener solo un beso más... Me había despertado, sí, sentir sus labios en los míos había sido como las historias estas que te cuentan de críos de cuentos de hadas, que realmente termina siendo una mierda y no existe nada de eso, pero eres un crío y te lo crees todo, en fin, el despertar con un beso que se dice, vaya... pero cuando me desperté él dormía y yo me había limitado a robarle un beso mientras él estaba entre sueños.

Pero ahora él no estaba aquí, ¿dónde está Rubius?

Mi primera intención fue levantarme, pero al ver que mis piernas no me reaccionaban mucho, seguramente por el frío que pasé ayer, hay que dar gracias a no sé, por no haber cogido una hipotermia, así que... No sabía si empezar a dar gritos por la casa o qué hacer, pero estaba deseando ver a Rubius y lo quería ver ya. YA.

-¡Mangel! –dijo una cabeza asomándose por encima del sofá – buenos días – y sonrió.

-Rubius...

-Te he preparado el desayuno, ya sabes que yo de los crispies no salgo, pero lo he intentado... por las tortitas del otro día... -dijo dejándome una bandeja encima.

El pan parecía más quemado que tostado, de hecho emanaba un olor a carbonizado que entraba hasta mis pulmones, al menos el zumo de naranja olía de forma que cortaba un poco el mal olor del pan.

-Gracias, Rubiuh.

-De nada...

Entró su tía por el salón y empezó a hablar entre voces, a decir que se alegraba mucho de que estuviera bien, que menos mal y que era genial. Por fin las cosas parecían que iban bien, aunque esto ya acabara hoy, sí... teníamos que volver a Madrid hoy... la cosa terminaba aquí.

-La verdad es que me duele un poco el cuello y la espalda... me gustaría ir a la cama y descansar un rato antes de tenernos que ir al aeropuerto por la noche... –dije a regañadientes.

-Oh, claro, normal, pobrecito mío –dijo la tía- vamos, vamos, te ayudo a subir las escaleras si quieres.

-No, no, le ayudo yo, pero antes que desayune –dijo Rubén.

-Vale... desayuno y luego voy arriba...

La verdad es que iba a comerme todo aquello por él, porque hambre no tenía ninguna y él se comió mis tortitas calcinadas del otro día, ninguno de los dos éramos buenos cocineros desde luego, solo tenía ganas de seguir durmiendo como la marmota que era, el sueño es lo mejor que ha creado el ser humano, o quien lo haya creado. Me comí, o más bien engullí el desayuno con tal de ir a la habitación, la verdad es que estaba deseando hablar de mil cosas con Rubius y tenía ganas de estar a solas con él más que seguir durmiendo.

-Vale, vale, vamos a la habitación, joder, has engullido como una bestia, Mangel.

-Tenía hambre... -mentí- además quiero descansar porque volvemos hoy y en el avión voy a llegar cansadísimo a Madrid.

-Vale...

Me ayudó a subir las escaleras y una vez arriba entramos a la habitación y me dejó tumbarme en la cama, le cogí del brazo y lo tumbé al lado mía, me quedé mirándole fijamente, esta vez a diferencia de los otros días, sentía como Rubius se sentía cómodo estando ahí, mirándome, y de hecho al sonreír se me fueron todas las pocas dudas que tenía sobre ello.

-Rubius... se acabó... cuando volvamos a Madrid dejaré a Alex... he decidido estar contigo... quiero que volvamos a nuestro primer piso, estar con Raspberry, incluso coger una nueva gata, pero quiero estar contigo, quiero que volvamos a ser lo que éramos años antes... sin secretos... y sin mentiras.

Estaba muy nervioso en ese momento, era directamente abrir mi corazón a él, ahí dejaba todo, si ya me decía que no, no tenía nada que hacer, podía tirar la toalla directamente.

-Mangel...

Tragué saliva, ese Mangel nunca me había sonado bien.

-Te echo de menos.

Y no pude evitarlo, le besé, me abalancé sobre él, y no pude evitar empezar a besarle por el cuello... le necesitaba, y estaba vez parecía que Rubius no iba a querer que parara, esta vez volvíamos a ser los críos que habíamos sido años atrás.

——-——-——-——-——-——-——-——-——-——-——-——-——-——-——-—

Este Capítulo fue publicado el 17/02/15 en

http://mangelandrubiusislove.tumblr.com/

Mangel & Rubius is Love [Segunda Temporada]Where stories live. Discover now