Narra Julia:
-A los 15 años empecé una relación, iba todo perfecto, nos queríamos muchísimo y casi nunca nos peleábamos, el me quería y yo le quería a el.- respiré hondo- a los 19 años íbamos los dos en su moto, y un camión volcó cayendo encima de nosotros. Yo tuve surte, estuve 2 meses con escayolas y demás pero el entró en coma, teníamos esperanza de que volviese ha despertar pero el año pasado...- terminé con lágrimas en los ojos.
-No, no tenía ni idea Julia- me abrazó tristemente.
Volví a llorar en su pecho durante 15 minutos.
-Julia- dijo.
Le miré.
-No tengas miedo, tienes que encontrar a alguien que te apoye y te ayude a olvidar esos momentos, alguien que te entienda-
Si tu supieras...
-Lo se- me limité a decir.
Carlos no se separó de mi en toda la mañana y se ofreció llevarme a comer para despejarme.
Estuvimos toda la comida riéndonos y casi ni comí.
Le ofrecí que pasase la noche en mi casa ya que sus padres no estaban.
No pude dejar de mirarle mientras estábamos en la cama tumbados.
-Carlos- dije.
-Dime-
-Gracias- le di un beso en la mejilla.
El puso su mano en mi cintura y me pegó a el. Me miró.
-Estoy preparada-
-¿Qué?- dijo extrañado.
No aguanté más y me lancé a sus labios. Un beso que él siguió, un beso tan puro y tan real.
-Todo lo que me dijiste antes- hablé mirándole a los ojos. - Lo he encontrado- le abracé.
-Yo también Julia-
En una sola semana he encontrado todo lo que necesitaba, necesitaba a Carlos, ahora que lo conozco no puedo vivir sin su sonrisa, sin su risa, sin sus ojos, sin sus labios... No podría.
Carlos me abrazó y me pegó a el, y empezó a cantar.
Yo pienso que, no son tan inútiles, las noches que te di.
Me puso una sonrisa.
Te marchas ¿y que?, yo no intento discutírtelo, lo sabes y lo sé.
Quería cantar con él y empezamos los dos.
Hay una cosa que yo no te he dicho aún.
Que mis problemas ¿sabes qué?
Se llaman Tú.
Solo por eso, tu me ves hacerme el duro, para sentirme, un poquito mas seguro.
Y si no quieres ni decir en que he fallado
Recuerda que también a ti, te he perdonado.
En cambio tu dices lo siento, no te quiero.
Y te me vas con esta historia entre tus dedos.
Los dos juntamos nuestras frentes y dormimos con una sonrisa. No podía ser más feliz en ese momento.
