Nota 2

38 3 0
                                    


No sé de quién hablas. Soy un admirador de tu belleza y talento.
Mi único deseo es, confesar mis sentimiento en persona y comer un emparedado de jamón-sé que no tiene nada que ver, pero, tengo hambre y no me permiten escapar del salón.Atentamente: Tu dragón blanco no-el-atractivo-Sting.

Pensé que en la vida no se podía ser más tonto y apareces tú y me muestras todo lo contrario.
¿Eres Sting?

· Tu letra se parece mucho a la de él.

· Parecen niño de preescolar tratando de escribir.

· Eres el único que el profesor no lo deja salir de clase, conoce por experiencia que te iras a la cafetería.

¡Hey!, mi letra no es tan fea. Me esforcé para que se viera presentable, mujer. Y solo fue una vez que me descubrió con la comida, tenía que haber pedido el ramen, era más fácil de tomar.

¡Ajam! ¡Eres Sting!, acabas de confesarlo, no puedo creer que cayeras en mi juego. Eres realmente un tonto, Eucliffe.

El chico releyó la carta para luego lanzar un insulto por lo bajo, escuchando una leve carcajada, alzando la vista se encontró con unos hermosos ojos azules. Dos puesto lo separaban de la chica de cabellera blanquecina, la cual lo observaba con una sonrisa en su rostro.

La chica le guiño el ojo para voltearse y darle la espalda.

Sting solo torció los ojos, tomo su cuaderno y le arranco otra hoja, tomo su lápiz e empezó a garabatear.

Su conversación ya había iniciado.

Hola  blancaWhere stories live. Discover now