Capítol 37 - Puzzle

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Agoney se mantiene con la cabeza apoyada en el hombro de Raoul mientras este sigue tocando el piano a pesar de haber acabado la canción.

Ago: qué bonita, mi niño
Ra: pues como la persona que la inspiró *le sonríe*
Ago: qué idiota

El moreno ríe también y junta sus labios con los de Raoul.

Ed: chicos... no quiero joderos el momento pero hay que abrir ya
Ago: *sonrojado* hostia se me olvidaba que estabas ahí
Ed: tranquilos que no he visto nada *les guiña un ojo*
Ra: gracias por todo, Edgar
Ed: a vosotros, chicos

Dicho esto, cada uno se encarga de su parte del trabajo para así cuando llega la hora poder abrir sin ningún problema. La noche va de lujo, el bar está lleno y Agoney se ve radiante en el escenario. Pero entonces llega Marta y a Raoul se le sale el corazón del pecho.

Ma: hola, Raoul *le sonríe*
Ra: *extrañado* ho...hola
Ma: relájate, hombre, que vengo a buenas. Sin rencor
Ra: siento mucho lo que te hicimos, Marta, no lo mereces
Ma: no te preocupes, yo también siento lo que tuviste que pasar

Y ambos con una mirada de comprensión y empatía, sellan su tratado de paz con un abrazo que tanto a Raoul como a Marta les sabe a victoria. Y Agoney viéndolos desde el escenario también lo vive como una gran victoria. Porque dos de sus personas favoritas al fin se llevan bien.

Ma: *abrazándole* Agoney, has estado genial
Ago: muchas gracias, Marta
Ra: me tienes que enseñar a hacer esos agudos
Ago: *ríe y le besa* con lo perfecto que eres y el asco que das por ello, seguro que te salen sin practicar
Ra: mira que eres idiota

A la otra punta de la mesa, es otra conversación la que gobierna.

Ne: estás bien?
Ma: claro, no te preocupes
Ne: ya sabes que si quieres hablar o algo, estoy aquí, no?
Ma: *sonriendo* sí, Nerea, lo sé *le coloca el pelo detrás de la oreja* siempre has estado ahí *hace una mueca*
Ne: *sonrojada* ya, bueno... siempre intento ayudar...

La morena deja un suave beso en la mejilla de la rubia y se levanta a por otra cerveza. Lo único que puede hacer Raoul es lanzarle un guiño irónico a Nerea, la cual no puede evitar echarse a reír como una loca.

Ra: hay algo que deba saber? *levanta la ceja*
Ne: solo somos amigas, idiota *ríe*
Ago: ya, bueno, como nosotros *señala al rubio con la cabeza*
Ne: *sonrojada* os odio

Y al fin, después de tanto tiempo siendo todos una familia hecha una mierda, han conseguido levantar cabeza y empiezan a reordenar correctamente el puzzle de sus vidas. Porque Agoney encajaba con Marta, pero el dibujo formado no tenía sentido. Y Raoul siempre creyó ser esa pieza que nunca sabes dónde colocar. Pero finalmente se encontraron resultando ser la pieza complementaria del otro.

MÚSIC DE CARRER (Ragoney) Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz