Siempre Fuiste Tù |Editando|

27. Hogar, dulce hogar

Lali

Peter salió del escenario y yo seguía con todos los recuerdos pasando por mi mente. No sabía cómo sentirme, recordé todo.

—¿Estás bien, Bella? –Pregunto Belén.

—Si, mi vida.

Suspire tranquilizandome, ahora tenía que ver la forma de poder entrar a los camerinos.

—¿Señorita, Lali? –Dijo alguien a mis espaldas, era tan raro escuchar mi nombre después de tanto tiempo.

Lo mire y era Javier, era un antiguo amigo de Peter, Dios podía recordar todo y no pude evitar soltar algunas lágrimas.

—Javier –Sonrei y lo abrace, necesitaba esto.

—Vamos –Me dijo sonriéndome.

Asentí y cogí a Belén de la mano y lo seguimos.

—Lali, Peter me dijo que los esperarás acá, ellos tiene que despedirse pero vendrán a penas bajen.

Converse con Javier y le conté más o menos lo que había pasado, él se sorprendió y dijo que tenía que ir hablar con seguridad. Asentí y Belén me miro con varias preguntas.

—¿Recordaste? –Sonrio emocionada.

—Acabo de recordar todo, fue como si estuviera viendo toda mi vida en cámara lenta.

—Mamá se podrá muy feliz, de haber sabido que eras conocida, te hubiéramos buscado en internet.

—No Belén, yo desapareci antes de que la banda se hiciera conocida.

—Me alegro mucho por ti –Sonrio abrazándome.

En ese momento sentimos la puerta abrirse y era Peter. Estaba agitado por haber corrido hasta supuse. Era él y por fin estaríamos juntos.

Me pare y corrí abrazarlo.

—Eres tú –Dije mirándolo– Por fin, eres tú mi amor.

—Soy yo y ya nada podrá separarnos.

Me besó y me sentí viva de nuevo.

—No sabes cuánto te extrañe y busque, todo lo que hice para encontrarte.

Me abrazo y beso por toda la cara, yo solo sonreía y veía como Belén disfrutaba del momento.

—Si no te retiras en un segundo te sacaré a la fuerza –Dijo Euge con los ojos llorosos.

Peter se hizo a un lado y me dejó al frente de todos los chicos. Ninguno había cambiado, seguían iguales.

—Eres una malcriada, me has echo llorar mares –Dijo Euge abrazándome y llorando.

—Petiza, no sabes cuánto te extrañe–me dijo Nico.

—Quien pensaría que estabas en Perú–Dijo Gas.

Al final todos me abrazaron, me sentí bien, porque por fin había recordado y recuperado a mi vida.

—Bueno chicos, no hay que sobrecargarla –Dijo un Peter muy sobre protector como siempre.

Sonreí y nos sentamos en los muebles. Peter me llevo a sus piernas y me senté allí. Mi lugar favorito.

—Chicos, Ella es Belén, ella y su mamá me ayudaron mucho mientras no podía recordar quien era.

—¿Perdiste la memoria? –Pregunto Gas.

Les conté todo lo que había pasado y Peter se puso tenso cuando supo que detrás de todo estaba Benjamin.

—Estaba loco, siempre me decía que me llevaría a un lugar mejor pero nunca supe donde era porque me tiré del carro en cuanto vi la oportunidad.

—Lo bueno es que ya estás con nosotros –Dijo Peter.

Todos sonrieron y me sentí en casa. Los chicos me acompañaron a la casa de Belén y María. Cuando llegamos María se emocionó mucho al saber que ya recordaba. Peter le quiso dar algo por todo pero ella se negó y dijo que lo había echo de corazón. Me despedí de ellas prometiendoles volver pronto.

Nos fuimos al hotel y me quedo dormida en los brazos de Peter. Mañana regresariamos a buenos aires y estaba feliz por eso.

Al día siguiente desperté con un desayuno en la cama y con mi amor.

—Desayuno para la reina–Sonrei y me senté para recibir el plato.

—Gracias, el mejor desayuno –Le di un beso y devore mi comida.

—No sabes cuánto agradezco al mundo por esta segunda oportunidad que me está dando.

—Hubieron días en los que no sabía si volvería a recordar pero nunca me rendí. Sin querer te estaba buscando y te encontré –Le sonreí.

—Me desesperaba el no saber de ti, todos los días iba a la policía a saber si había algo nuevo pero nadie me decía nada. Hasta que Gastón me dijo que de seguro recorriendo los países te encontraría o tendría alguna pista de ti y no se equivocó.

–Gas nunca se equivoca –Reimos.

—Aqui mi amor, te prometo nunca más dejar que pases por lo que pasaste y cuando lleguemos a Buenos Aires te haré la mujer más feliz del mundo. Nunca, escucha bien Espósito, nunca más me separaré de ti.

Lo mire y supe que aquí estaba mi hogar, él era mi hogar. Nuestra historia recién estaba comenzando.