Capítulo 15

616 43 20
                                    

Gael.

Reviso una y otra vez el caso del señor de Miami y sigo convencido que tengo que ir a como dé lugar. No quería tener que hacer eso, pero no tengo de otra. Dentro de 2 semanas se realizará una conferencia en Miami, aprovechare para encontrarme con él y hablar sobre este caso.

Entiendo perfectamente que este asunto le interesa más a él que a mi, pero el solicito el servicio del bufete y tengo que atenderlo. Es cosa de trabajo y de ser abogados particulares. Tendré que decirle a Axel que me acompañe, para ese entonces yo ya estaré casado y lo menos que quiero es viajar con Alissa. Sé muy bien que ella es mi asistente y es quien debería ir conmigo a ese tipo de reuniones, pero en este caso eso queda totalmente descartado.

La ultima vez que viajamos solos pasaron muchas cosas, mas bien, pasaron muchas estupideces que hice por culpa del maldito alcohol. Si ella hubiera sido del tipo de mujer que no le importa acostarse con quien sea estoy seguro que hubiéramos tenido sexo. Le doy gracias a Dios que no haya sido así. Pero, en fin, esta vez me llevaré solo a Axel, él no se me antoja para algo así. Ni que estuviera loco.

Continúo leyendo varios documentos más y siento que el día se ha pasado volando. Tuve que distraer mi mente en cosas productivas y no pensar en la fiesta de esta noche.

Esa cena me tiene bastante estresado (y eso que no me involucre). Los compromisos con algo siempre me estresan. En realidad, mi vida es bastante estresada. Los demás piensan que mi vida es perfecta pero no es así. Mi trabajo es el más estresante de todos, en algunas ocasiones no se puede ni dormir por estar resolviendo algún caso. Todo esto, quita el sueño.

Sigo leyendo otros documentos más que me puedan ayudar con el cliente de Miami. No puedo perder tiempo, ya que después de mi boda supuestamente me iré de luna de miel a no sé que lugar. Eso es otra cosa que me tiene estresado, espero que todo esto se acabe lo más pronto posible. No puedo perder el tiempo cuando hay trabajo que hacer.

Después de unas cuantas horas de estar metido entre papeles y más papeles decido tomar un descanso. Recargo mi cuerpo en el respaldo de la silla y cierro los ojos por unos segundos. Por fin un momento de... ¡Mierda! Escucho que alguien toca la puerta y luego se abre.

Abro un ojo y puedo ver a Axel asomar su cabeza.

—¿Sigues aquí? —pregunta para luego entrar a la oficina.

—No, idiota. Soy un holograma. El verdadero Gael se fue hace un rato.

—Ja, ja, ja —dice, entre pausas—. Que gracioso eres —se acerca a la silla que esta frente a mi escritorio y apoya sus manos en ella.

—Esa es la vibra que traigo en estos momentos.

—Déjame decirte que esta muy animada esa vibra.

—Lo sé —digo, con sarcasmo.

—¿No deberías estar en tu casa preparándote para esta noche?

—Todavía hay tiempo para eso, no tengo ninguna prisa. Además, ya todo está muy bien organizado, no me necesitan para nada.

La Venganza ©Where stories live. Discover now