Naomi es una niña dulce y amable, que ha tenido una vida tranquila al lado de su abuelo, la única familia que le queda, después de que sus padres fueran asesinados por "el que no debe ser nombrado". Sin embargo todo va a cambiar, ya que comienza su...
Ya habían pasado un par de semanas desde que Naomi había recibido su carta de Hogwarts, y el día de hoy por fin irían a comprar su materiales escolares.
- ¡¡Naomi!! - gritó su abuelo desde el primer piso - querida date prisa, tenemos mucho que comprar el día de hoy.
- ¡¡ Ya voy!! - respondió ella, bajo a toda velocidad las escaleras, mientras terminaba de colocarse unas orquillas en el con forma de mariposas - perdón abuelo, no encontraba mi capa.
- Muy bien, hora de irnos - dijo el saliendo de la casa al lado de su nieta, subieron a una auto mágico, que los llevó volando hasta el caldero chorreante. - bien, ya hemos llegado, Naomi te presento el Caldero Chorreante.
De todas la veses que Naomi había visitado el lugar, se veía igual que siempre, pese a ser un lugar famosos, estaba muy oscuro y destartalado, sin embargo la gente era la misma. Unas ancianas estaban sentadas en un rincón, tomando copitas de jerez. Una de ellas fumaba una larga pipa. Un hombre pequeño que llevaba un sombrero de copa hablaba con el viejo cantinero, que era completamente calvo y parecía una nuez blanda.
- Hola Gregorio, cuanto tiempo, deseas algo para beber - pregunto amablemente el dueño del local.
- Muchas gracias Tom, pero hoy no - dijo el abuelo de Naomi, que en ese mismo momento se ocultaba detrás de él. - El día de hoy vengo de comprar con mi nieta - Tom al escuchar eso, abrió los ojos como platos, percatandose de una pequeña criatura que se ocultaba detrás del anciano.
- ¡¡ Por Merlín!! - dijo Tom completamente impactado - No será de casualidad, la pequeña Naomi.
En el momento que dijo su nombre mucha gente se volteo a verla, aunque no podían ver mucho que digamos, ella estaba oculta detrás de su abuelo, y para rematar llevaba puesto una capucha que ocultaba su cabello.
- Primero Harry Potter, ahora usted, hoy será un día magnífico, falta que venga Dumbledore - dijo Tom con una sonrisa de oreja a oreja.
- ¿Harry Potter estuvo aquí? - preguntó inmediatamente Gregorio con un tono de asombro. A Naomi también le impresionó bastante escuchar el nombre de Harry Potter.
- Si vino esta mañana acompañado de Hagrid - dijo Tom.
Después de esa inesperada charla, fueron a través del bar hasta un pequeño patio cerrado, donde no había más que un cubo de basura y hierbajos.
- Muy bien, tres arriba... dos horizontales... - murmuraba Gregorio como si estuviera acordándose de los paso. - Listo, un paso atrás - dijo y los dos dieron un paso atrás, luego se abrió entre los ladrillos una abertura que dejaba ver el Callejón Diagon.
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- No importa cuantas veces lo vea, siempre es mágico - dijo Naomi muy impresionada.
Entraron en el pasaje y Naomi miraba de derecha a izquierda. El sol iluminaba los calderos de la tienda mas cercana, habían infinidades de calderos.
