Otro país. Otra cuidad. Otro hotel. Otra habitación. Siempre huyendo.
Así soy yo, Betsy. Significa "persona que trae alergía". Yo traigo decepciones, por eso mi familia no me habla. Para no crear confusiones me lo cambié a Kay. Así me conocerían mis amigos, si tuviese algunos. Me gustó el sabor de vida solitaria y dejé todo atrás con 17 años. Desde entonces hice unas malas decisiones, como atracar un banco, matar a un hombre o robar un coche. Muy malas decisiones, admito. ¿Pero cómo llegué hasta aquí? Esta es mi historia.
Casa de mis padres en Madrid. Mansión, mejor dicho. Está ubicada en el mismísimo centro. Tres plantas, 15 habitaciones. Paredes llenas de cuadros de pintores famosos. Soy una hija adopatada de un diplomático japonés y su adorable mujer. Pareja ideal para sus conocidos. Siempre organizando alguna cena o acto benéfico, pero en realidad son una gente podrida. Mi adopción fue resultado de un capricho de Señora X. No voy a indicar ningunos nombres, por si acaso. Señor X viajaba mucho y su querida se aburría solita en aquella casa inmensa. En vez de adpotar un perro o gato me cogieron a mí. Pero me prestaban la misma atención que le prestarían a aquel animal. Me metieron en colegios privados pero siempre tenía una etiqueta de "problemática". Sin embargo, todos lo respetaban porque mis papis pagaban el doble que el resto. Siempre tenía los regalos más caros, las mejores niñeras, muchos viajes. Una vida perfecta. Pero nadie me realmente quería.
Todo pasó en marzo, 2015. Mis padres organizaron otra cena con mucha gente importante de política. Como siempre tenía que llevar un vestido cuyo precio rondaba los 1000€ y ser adorable pero no hablar con nadie. Mis padres me tenían ahí de decoración. "Oh sí, Betsy saca muy buenas notas. Todos los profesores la adoran y partcipa en muchas actividades extraescolares" decía mi madre una mentira tras otra a sus amigas igual de patéticas que ella. Desempleadas, sin estudio alguno, mantenidas por sus maridos y la única vida social eran aquellas cenas terribles en casa de alguna de ellas. No tenían amigas que no fueran de su clase social. Y de mí se esperaba lo mismo, casarme con hijo de alguna de ellas y llevar la misma vida que ellas. Una vez cometí el error de salir con un chico de clase obrera que estudiaba en mi colegio gracias a una beca de excelencia. Cuando se enteró mi padre, el chico desapareció de mi vida. Le echaron del colegio. Ahora vende drogas en su barrio, por culpa de mi familia.
En aquella cena fue la última vez que cené al lado de mis padres. Aquella noche me fugué de casa. Tenía un plan perfecto, todo tenía que salir bien pero todo se troció y mi escape le costó la vida a alguien.
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Nebulosa
ActionHistoria sobre una chica que por culpa de unas decisiones malas acaba tomando otras, incluso peores.