A Craig le quedan 2 días de vida.
Craig Tucker
Solo dos días más.
Y me voy de este mundo, a uno mejor... Supongo.
Dos días más y desaparezco.
Por fin se irá el inútil.
Hoy es viernes, no fui a la escuela.
Me siento demasiado pesado como para ir, lo gracioso es que estoy tan Delgado que se me miran los huesos.
No puedo dejar que me vean así.
Estaba apunto de bañarme y me quedé viendo frente al gran espejo que tenía.
Se apreciaba las costillas, mi piel estaba más blanca que de costumbre.
No entiendo por que esto me sucede a mi, tal vez no era necesario que yo naciera.
Por que Nací, si vengo a sentir dolor y desesperación sobre mi muerte dentro de dos días.
Debo dejar todo correcto antes de morir, despedirme de todos...
Escuché que alguien tocaba el timbre el ruido sonó estruendoso en mis oídos, aún que en realidad fuera pequeño y débil.
Me puse la ropa que andaba antes de quitármela y camine despacio hacia la puerta.
Abrí y ahí estaba Wendy Testaburger, que hace ella ahí.
— Oh Craig, que bueno que estás aquí, ¿puedo pasar? — habló educadamente.
— Claro.
Me hice a un lado para que ella pudiera pasar.
Se quedó parada en la sala, preguntándose si debería sentarse o no.
— Puedes sentarte.
Luego de eso se sentó cruzando sus piernas y sacando algo de su mochila.
— Verás la razón por la cual estoy aquí es por ti y tu salud.
Me tensé al escucharla, ¿mi salud? ¿Ella sabe algo sobre mí estado?
— Últimamente has estado desmayándote o algo parecido en la escuela, y hoy has faltado, el director me envió para preguntarte si todo está en orden o requieres de atención médica.
La escuché con cautela.
— Veo que estás muy delgado — señaló mis manos, hasta hoy las había cubierto con guantes para que no se dieran cuenta, pero como estaba en casa no había necesidad de llevarlos.
— No es nada importante, mi condición está en perfecto estado.
Se quedó observando mi casa.
— Eso ni tú te lo crees — se puso de pie acercándose a la cocina, revisó el refrigerador observando todo lo que tenía yo ahí.
— ¿Acaso eres detective?
— Quien sabe — respondió con sarcasmo, caminando hacia mi habitación.
Se quedó en el marco, fue hacia el vote de basura y recogió el papel que había tirado.
— Vaya, quien se lo esperaba, te quedan 7 días de vida... Sabes seguro que se siente raro saber cuántos días te quedan para que te mueras, ahora entiendo por qué tú estado, Bárbara mencionó algo que te habías desmayado por correr hacia su casa, lo cual me pareció un poco extraño — acomodó un mechón de su cabello detrás de su oreja — No tengo intención de contarle a alguien el resto por una razón, por que... Me atraes, no quiero hacerte sentir mal con respecto a Tweek así que solo lo diré y aceptaré que no correspondes mis sentimientos.
Dijo de golpe leyendo el papel.
Realmente no quiero escucharla hablar, me siento más cansado que antes.
— ¿Por qué me dices esto de repente?
Le pregunté sentándome en mi cama, ya no podía estar de pie, si sigo así seguro que ya hubiera caído al suelo.
— Hm, bueno no quiero que te mueras sin saber mis sentimientos... Aún que no es como si quisiera que murieras, debo avisarte de algo que han decidido, eh él domingo habrá una fiesta en la escuela, al parecer Jimmy ganó un concurso de robótica y el director pensó premiarlo con una fiesta en su honor, si no vas no hay problema, pasa tus últimos días como tú quieras.
Luego de eso hizo una reverencia y se marchó.
Esto es muy raro.
Yo no puedo con todo eso.
No puedo más, no quiero.
¿Qué sucederá con todos?
Claro, ellos seguirán viviendo sus vidas.
Yo soy el único con esta desgracia de morirse a tan temprana edad.
La vida es injusta.
Mientras todos viven.
Yo estaré pudriéndome en un ataúd.
