Mi querido hermano (James Maslow y tú)

Capitulo 34

El lunes a llegar al instituto tuve que entregar el falso justificante que mi hermano hizo. Odiaba faltar a clases porque después tenía que hacer un millón de trabajos atrasados.

Aún no era hora de entrar a la primera clase y decidí buscar a Sam por los pasillos. Ella nunca llegaba tarde y eso se me hizo algo muy extraño. Hablando de faltas, Sam también había faltado.

Sentí que alguien me tomaba por la cintura, me di la vuelta y me encontré con Logan.

-El viernes no sabes cuanto te extrañé-me dijo.

-Yo también te extrañé-

-¿Por qué faltaste? Querías dejarme sólo ¿verdad?-

-No pienses eso, ¿alguien se acercó a mi Logan?-

-Ahora soy tuyo ¿eh?-

-No hablaba en serio-

-Esta bien, me gusta ser de tu propiedad-me miró coquetamente.

-¿Vas a contestar mi pregunta?-

-Todo el día no me pude quitar de encima a Natalie-

-Te dije que ella podía ser un problema-

-Debí escucharte, lo siento-

-No importa sólo quiero que no se repita otra vez-

-Me alejaré de ella lo más que pueda, además mi tío es oficial de policía-

-¿Eso que tiene que ver?-

-Que le puedo pedir prestadas unas esposas para que Natalie no nos toque o para estar todo el día junto a ti-

-Eres sumamente lindo-

-¿Te gusta que tu chico esté lleno de sorpresas?-

-Absolutamente que si-

Entramos a clases y el día pasó a la velocidad de la luz. Casi como los dos días siguientes. La ausencia de Sam en la escuela me empezaba a preocupar.

La llamaba a su casa y a su celular pero no respondía, no había podido ir a su casa por que James había estado ocupado y no podía llevarme.

Hasta hoy, recorrieron el horario de entrenamiento de James y eso me daba tiempo de ir a su casa.

Para mi suerte Gina, Valentina y ella estaban a punto de salir.

Fui corriendo hacia ellas para preguntarles que repara lo que ocurría.

-¡Sam! ¿Qué está pasando?-

-Nada importante-dijo quedo y cabizbaja.

-Me preocupas, no has ido al colegio-

-Todo esta bien-siguió diciendo y paró de caminar.

-Soy tu mejor amiga, puedes contármelo-

-¡Mi madre está en coma!-me grito-El domingo sufrió de un atropello-empezó a llorar.

Me quedé sin palabras. Mi única reacción al escucharla fue abrazarla e imitarle la acción.

-¿Qué le sucedió?-

-El domingo la atropellaron-

-¡Eso es terrible!-

-Íbamos directo al hospital, para ver si había mejoras-

-A James y a mi no nos molestará acompañarlas-

-Se los agradeceré. Le hemos avisado a papá, pero dice que está muy ocupado en Irlanda y no pudo regresar-

-Eso es una pena-

Las acompañamos a el hospital. Tuvimos que estar un tiempo en la sala de espera antes de que alguien nos atendiera.

-¿Val sabe de esto?-

-No-esbozó una pequeña y débil sonrisa-Ella piensa que mamá "esta trabajando aquí por unos días"-

-Verás que todo se pondrá mejor-

-No lo sé, esos pocos días se podrían convertir para siempre-

Una doctora salió de la habitación.

-Puede pasar una visita a la vez-se dirigió a nosotros-¿Quien va a ser?-

Sam paso primero y después de un rato salió llorando más.

-Me duele ver a mi mamá así-

Tuvimos que esperar otro momento para que otra visita pasara.

-La última visita de la habitación 734-

-Ve tú ____-lloro aún más.

-Tranquila Sam, nosotros te estamos apoyando en esto, hay una canción que le compuse a ____ para que supiera que yo iba a estar con ella pase lo que pase-dijo James y le empezó a cantar.

Cause you're not alone, girl

Look over your shoulder

You don't have to wonder

No terminé de escuchar a James porque inmediatamente tuve que entrar a ver a la madre de mi amiga.

-Sólo no toques nada ¿si?-me dijo un doctor que salía en ese instante.

-Si-

Me devasto verla así. E inicie en llanto. Me acerque a ella y me senté en una silla a un lado de la cama.

-Victoria,Vicky,Torya, no sé como te gusta más que te digan, pero por favor no te vallas-le decía, aunque sabía que no me iba a contestar.

Me levanté de la silla y volteé a ver en el vidrio de la habitación, a donde estaban sentados los demás. Sam estaba sollozando en el pecho de James, mientras él la abrazaba y le seguía cantando la canción para tranquilizarla.

Me senté de nuevo.

-No puedes dejar solas a Val ni a Sami porque te necesitan-

Fue lo único que dije para salir rápidamente a la sala de espera. Pero todos estaban con las faces tristes.

-¿Qué paso mientras yo no estaba-

-Los doctores nos dijeron un par de cosas-me contestó James.

Y sólo Sam salió corriendo de ahí.