Tierra de Lobos ||Chrisdiel|Joerick|| Terminada

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- Disculpen por eso —sonríe avergonzado el castaño.

- No te preocupes, suele pasar, y por cierto mi nombre es Zabdiel, el moreno es Richard y el rizado es Joel

- Mucho gusto -sonríe el ojiverde.

- Bueno, creo que ya es hora de dormir, ustedes pueden dormir en nuestra habitación, nosotros dormiremos en el sofá —sugiere el castaño.

- Oh no, claro que no, nosotros dormiremos aquí, ustedes duerman es su habitación.

- ¿Seguros?

- Si, vayan tranquilos a dormir.

- Está bien, descansen chicos.

Erick carga a la lobita y se dispone a irse.

- ¿A donde la llevan?

- Dormirá con nosotros, no la dejaremos y perdonen chicos, no crean que no confiamos en ustedes, solo que tenemos que estar al pendiente de su patita.

- Descansen -se despide llevándose a la lobita.

- ¿Ahora como la sacaremos? No podemos entrar así por así a su habitación.

- Tal vez la devuelvan.

- Yo los vi muy encariñado con ella -suspira con resignación.

Los 3 lobos se acostaron en el piso, pues el sofá era muy incómodo.

•••

Cómo a las 1:00 am. Una pequeña lobita se levanta, quiere a su mamá.

Sale de la pequeña camita y baja las escaleras con cuidado, siente unos olores familiares, mueve su colita de alegría.

Entra a la sala y mira a 3 jóvenes tirados en el piso y roncando, feliz se acerca al moreno, sabe que es su papá porque su aroma es único para ella.

Con su patita empieza a dar leves rasguños a la cara del moreno, este poco a poco va abriendo los ojos ya que conoce ese aroma.

- Aaliyah, pequeña —sonríe abrazándola— ¿cómo está tu patita? —pregunta mirando su patita vendada.

Ella solo mueve la cola en señal de que está bien.

- Tenemos que sacarte de aquí.

- Pequeña, ahí estás —sonríe el castaño— Oh Richard, veo que te encariñaste con ella.

- Si, es muy tierna, ¿Y ustedes piensan devolverla?

- Claro, su familia debe estar preocupada por su cachorro, mañana la devolveremos.

El moreno asiente, Zabdiel tenía razón después de todo.

- Vamos a la cama, pequeña —hace mimos para que la lobita lo siguiera.

Richard da un pequeño gruñido y la lobita sale en dirección al castaño, voltea por última vez hacia su papá, este le brinda una sonrisa de confianza que hace que la pequeña mueva su colita feliz.