𝐎𝐔𝐓

cincuenta y uno

Yang Jeongin

Di vueltas en la cama por novena vez en la mañana, pero aún así, seguía sin dormirme. Mis párpados estaban cansados; todo en mí lo estaba, pero mi cuerpo seguía sin caer en los brazos de Morfeo, como si aquella idea los asustase. Me refriego los ojos con ambas manos, sintiéndome irrirado y cansado.

Tengo un gran dolor de espalda que ni los remedios son capaz de sanar, así que tengo mucho cuidado a la hora de levantarme de la cama. Soy consciente de que debería hacer algo para salir adelante, como volver a visitar al médico, sin embargo, todo este asunto de Minho me mantuvo tan ocupado que apenas y tuve tiempo de pensar en mí. Quizás ya es hora de hacerlo.

Una vez que me encuentro parado, camino hacia la puerta con intenciones de salir, hasta que empiezo a escuchar unos gritos que provienen de la cocina que me dejan estático en mi lugar.

Pego mi oído a la puerta, intentando distinguir a quiénes le pertenecen aquellos gritos, pero apenas consigo oír lo que dicen. "¿Son dos miembros? ¿La pelea se estará yendo de control?", pienso, preocupado. "¿Debería acercarme a intervenir?".

Espero unos segundos más donde los gritos continúan e incluso incrementan su intensidad, hasta el punto en que no soy capaz de soportarlo más y me apresuro a abrir la puerta, caminando rápidamente por el pasillo con intenciones de llegar hasta la cocina, mas me detengo cuando estoy a punto de llegar; son Minho y Jisung.

Y están besándose.

Veo a Minho pasar sus manos por la cintura del contrario y puedo sentir una puntada que me viene directo del pecho, como si algo se estuviera desgarrando en mi interior. Es una sensación punzante, aguda, y dolorosa, y me quita el aliento.
Me lo arrebata, como si jamás me hubiera pertenecido. Empiezo a retroceder con pasos sigilosos, intentando que no me escuchen, pero aún cuando no estoy viéndolos, la imagen de ellos dos sigue fresca en mi memoria como si los tuviera delante de mí.

¿Por qué me duele tanto?

¿Por qué no puedo simplemente dejarlo ir?

Esto no tendría que ser tan difícil. Soy consciente de que no le gusto, lo soy desde hace rato. Hace apenas unos minutos recordé una vez más que él y yo no fuimos destinados a estar juntos, y aún así, ¿por qué me duele tanto verlo junto a otra persona?

Me duele porque lo amo.
Porque podría hacer lo que sea por ser la persona por la que su corazón lata. Y daría lo que fuera por despertarme una mañana y que lo primero que vean mis ojos, sean los suyos. Pero no; siempre veré el doloroso espacio vacío al lado de mi cama, en el que apoyo mi mano con anhelo de que algún día sea ocupado por la persona que amo.

Está bien, Minho.

Cuando empiezo a sentir las lágrimas que se me forman en los ojos, las limpio con rabia, sintiéndome como un estúpido.

Estás siendo inmaduro, Jeongin.

No siento celos cuando los veo juntos. Siento dolor. Dolor porque Minho jamás va a mirarme de la forma en la que mira a Jisung ni besarme con esos labios. Aún y si lo hiciera, sería solo por despecho. Sé que es algo imposible para mí y aunque he hecho de todo para aceptarlo, sigue afectándome.

Nunca antes había sufrido por amor.
Siempre me había parecido estúpido cuando veía aquellas películas donde el protagonista se pasaba días, semanas, o hasta meses llorando por alguien que no le daba atención, que lo hacía sentir mal, y que incluso sabiendo que jamás lo iba a ver de esa forma, seguía amándolo. Siempre me preguntaba "¿Por qué no puede buscarse a otra persona? Hay tantas en el mundo. ¿Por qué justo tuvo que enamorarse de alguien que le hace daño?".