#11 Ansiosa

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En la oficina de Polymorphic que debo ocupar cinco días a la semana hay sólo tres bonitos adornos y dos son de Sergi, un pisa papeles con forma de pirámide que es medio inútil, un cuadro pequeñísimo en óleos de una bailarina y un reloj digital que algún día quitaré porque me pone nerviosa.

Se ve todo ordenado, básicamente porque no usamos papeles ni nada aparte del ordenador, pero hoy el olor desgastante que genera la proximidad del mar me pone ansiosa y siento todo pegajoso y lleno de polvo.

— ¿No te gustaría limpiar un poco? — le pregunto a Sergi.

Él da una vuelta entera en la silla, que es su actividad favorita después de comer y niega con la cabeza.

— ¿Te está dando un ataque de criada? — pregunta, lo medito un segundo y afirmo.

Dejo entonces mi trabajo, comienzo a abrir cajones, me ato el pelo, saco algunas cosas, las vuelvo a meter, arreglo los cables enredados, hago lo mismo con el lado de Sergi, y con toallas de papel quito el polvo de las mesas.

Luego me vuelvo a sentar con más tranquilidad.

— Estás ansiosa... ¿Cierto? — al fin pregunta ya que me ha mirado todo el tiempo.

— Creo... En realidad, sí.

Los dos nos movemos de izquierda a derecha en la silla giratoria.

— Es por... Uff el nombre que nunca recuerdo ¿Bruno? — niego — ¿El trabajo?  — niego — Vale... ¿Qué hiciste ayer en la noche?

— Fui a un bar bastante extraño, conocí a una chica... Callie, que se va a casar, y volví a casa — respondo como si hubiese sido hace un año.

— Oh, a ese bar horroroso — ríe Sergi — Aún me parece una broma que Callie y Jonah se vayan a casar.

Entonces le presto atención ¿Cómo sabe? Cierto, él, Paris y un montón de gente estudiaron en Monash University y deben tener amigos en común.

— ¿Los conoces? — lo miro con intriga.

Afirma pero con una extraña mirada de amargura, como si escondiera un buen relato tras esa respuesta.

— ¡REPARTO! — Se escucha por el altavoz, sale Jameel con un montón de carpetas por las oficinas.

Entra a la mía y le da una carpeta azul a Sergi,  a mi sólo se acerca con una media sonrisa...

— ¿Cómo va todo? — pregunta Jameel.

— Perfectamente.

— ¿Algo que decir sobre tu compañera? — me dan nervios, doy un vistazo a Paris y niego varias veces — Muy bien, más tarde ve con ella al séptimo piso.

Sale de mi oficina sin darme nada, entra a la de Paris y también charlan por varios minutos.

Pensar que en otros ocho meses tendré que tener estás conversaciones sin ningún trabajo nuevo.

Decido volver a mi labor, tardo una hora haciendo un par de cosas en el ordensdor y guardo, busco entonces el disco duro pero no está en su sitio, frunzo el ceño, igual lo he cambiado de lugar en la pequeña limpieza que hice, lo busco en los cajones.

Pero entonces observo a Paris pasar frente a mi puerta, me hace una señal para que salga, olvido la búsqueda y me levanto rápidamente, nos dirigimos sin intercambiar palabra hacia el séptimo piso.

En Polymorphic la jerarquía va subiendo con respecto a la altura, en el último piso están las grandes oficinas repletas de whisky de los directores y presidentes que casi siempre están desocupadas porque viajan mucho, y la primera planta en cambio tiene a los de salario mínimo, diminutos cubículos y trabajo pesado.

WORSHIP | Lesbian ©Where stories live. Discover now