Especial: luego te lo diré.

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Adrien y Marinette que tenían sus manos juntas, con sus dedos entrelazados, separaron sus labios, para verse mutuamente, a sus sonrojadas mejillas.

Estaban besándose en la escuela, en el receso, alguien podía acercarse a ésa supuesta zona segura y los vería.

-De nuevo.

Exclamó la chica, haciendo que él se incline para volver a besarla.

En ése tiempo, cada beso que se daba con Marinette, era una sensación en su estómago que crecía día a día.

No se estará enamorando ¿verdad?

Separó sus labios de la azabache y los vio, respirando agitados y humedecidos.

Marinette le soltó las manos y se dio media vuelta para suspirar de manera exagerada.

-Bueno, los besos a escondidas en la escuela, ya esta hecho. Ahora quiz...

-¿Quién es el chico que te gusta?

Preguntó, haciendo que ella se volte a verlo.

Adrien parecía muy serio, cosa que no solía mostrar con ella.

Desde que recuerda, Adrien siempre sonríe cuando están juntos.

Marinette, sonrió, ocultó sus manos detrás de su espalda y se acercó a su novio de práctica, de manera un tanto provocativa.

-¿En verdad lo quieres oír?

El rubio apretó sus puños.

¿En verdad lo quería oír?

-Yo... ¿sí?

Su respuesta pareció más una pregunta mientras la muy sonrojada chica, que ni ella podía creer lo que estaba haciendo, apoyo sus manos en el pecho de Adrien, acercando su rostro al de él.

-¿En verdad lo quieres saber?

"No, no queremos saber."

El subconsciente de Adrien le habló, fruncio el ceño, agarró las caderas de Marinette y volvió a juntar sus labios con los de ella.

Odiaba a ése tipo por el simple hecho de querer robarle a su amiga y se odiaba mil veces más a él por no ser honesto con sus sentimientos.

Separó sus labios de Marinette, sin dejar de sostenerla mientras a ella le salía un pequeño hilito de humo de la cabeza.

¿Ése nivel de vergüenza era apto para la salud?

-No, no quiero saber quien es, no aún. Todavía tenemos muchas cosas para practicar, cosas como presentarnos a nuestros padres, ir a una cita de verdad, bailar, pasar un día de lluvia abrazados, besarnos sin perder la cabeza, debemos perder la vergüenza.

Finalizó mientras ella bajaba la mirada.

Ahora que se daba cuenta, besaba a Adrien con más frecuencia, ya casi con normalidad pero cada vez que se les ocurría una nueva cosa para practicar, la vergüenza de niña tonta e inocente que sentía, surgía de ella.

La azabache miró a su amigo y le regaló una sonrisa antes de darle un veloz beso en los labios.

-Tienes razón, debemos seguir fingiendo por un poco más de tiempo... y luego te diré, quién es el chico que amo con locura.
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¡Hola!

El siguiente capítulo, sí ya volverá lo cursi, en "cartas".

Espero que les haya gustado el pequeño especial.

Gracias por su tiempo.

Volveré...

Practicando Como Ser NoviosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora