Narra Daniela
Las cosas con Tomas quedaron raras hace un rato, yo admito tener un novio famoso, que tenga que dedicarse plenamente a su carrera, pero hay días -como hoy- que siento que sobro, que no tiene tiempo para nuestra relación, vivimos en dos mundos diferentes totalmente, y lo asumí cuando nos reconciliamos, todo esto procesa mi cabeza mientras voy caminando a la dpto de Paulo que tiene alquilado acá en Capital, me había invitado a almorzar, se que hace mucho que no veo a Tomas y quizás mi yo anterior le hubiese dicho que estaba bien, que vaya con su ex y amigxs a hablar de su nueva gira, o disco o lo que sea, pero estaba realmente tan cansada, que decidí venirme a pasarla bien con el.
- Hola Pau, le digo mientras entro a la casa. Paulo estaba cocinando tortilla con ensalada, la mejor parte es que se adapta a mi, que soy vegetariana.
- Amiga, veni ayúdame, como hago para que me quede redonda? Un Paulo un tanto concentrado en las papas me mira de reojo. Agarro la mezcla y la paso a una olla y de un movimiento ligero hago una tortilla perfecta.
- Bien ahí wacha, sos genia.
- Ponele, le digo un tanto cortante, se que tenia que ponerle onda, pero no podía.
-¿Que te paso? ¿Te peleaste con el cerreo? me mira buscando mi mirada, la cual desvió.
- Si que se yo, no estuvo nada conmigo, me desperté con la desquiciada de la ex llamándolo.
Los ojos de Paulo se abrieron como platos, el sabia que Tomas volvió porque anoche mientras hablábamos le comente.
- Jodeme boluda, su cara de sorprendido me dio un poco de risa, y ahí estaba mi primer sonrisa del día, con el, y no con mi novio.
- Si, se que suena un poco turbio pero fue así, lo llamo para decirle que lo estaban esperando, resulta que se tenia que ir a los minutos a una reunión con ella y los otros chicos, y nada, como siempre, yo a lo ultimo.
Paulo no dijo nada, solo me miro, se que piensa que somos polos opuestos, que no somos uno para otro, y bla bla, cosas ya obviamente ya sabia.
- Déjalo Dani, el va a caer solo, se va a dar cuenta solo que te esta descuidando, olvídate.
Solo le sonreí y nos dispusimos a comer, no me daba vergüenza en absoluto, y eso que hace dos meses que nos conocemos, es de esas personas que te dan ganas de tenerlas en tu vida, que suman y no restan.
- Quiero contarte algo, le digo mientras lavaba los platos y Pau ordenaba.
- Soy todo oídos amiga.
Espere unos segundos y hable. - Hace unos meses me llego un mensaje de una agencia de modelos, me invitaron a un desfile en Mar del Plata, uno de los mas grandes de acá en Argentina, y nada, es la semana que viene y tengo que confirmar hoy si voy, hable rápido pero se que el escucho cada parte.
- Boluda que buena onda, me imagino que vas a ir no? yo siempre te dije que eras una mina hermosa, es obvio que te van a llover esas oportunidades, a vos te gusta?
- Si, cuando era pendeja desfile un par de veces, pero que se yo, mi trabajo es medio choto en el sentido que.. no se. Me excuse totalmente, solo quería que alguien me diga que era una mala idea para no ir.
- Pero nada wacha, yo se que a vos te gusta, se te ve en los ojos, sos divina, tenes actitud, se que te va a ir re piola, y si no bueno.. ahí voy a estar yo para limpiarte los mocos, con lo ultimo nos reímos los dos.
- Sos un gran amigo, gracias por estar siempre.
Llego la tarde y me fui para casa, recién entraba a trabajar mañana por la noche, apenas entro siento un olor que literalmente me voltea, olor a marihuana. Mi mirada cambia totalmente, mi pulso se acelera, estaba enojada, realmente enojada. Me dispongo a caminar y veo a Tomas sentado en el sillón mirando una serie, sin que se de cuenta miro el panorama, el cigarrillo ya no estaba, seguramente se lo había fumado hace un rato y quedo el olor.
- ¿Vos me estas cargando, no? le digo con la voz entrecortada, el se gira medio asustado y me mira. - En mi casa lo venís a hacer hijo de puta?
- Gorda para un poco déjame explicarte, se levanta del sillón y camina hacia mi lado
- Explicarme que? era necesario que te ponga reglas como a los nenes chiquitos? sos joda boludo? sabes como odio toda esa mierda, como me duele aceptar que tengo un novio drogadicto, otra vez. Las dos ultimas palabras las dije con un dolor inmenso, sentí que miles de cuchillos me atravesaban el corazón, otra vez pasando por lo mismo. - Esta maldita película ya la viví miles de veces.
No dijo nada, su silencio me dolió como la puta madre. Me encerré en el baño y me di una ducha de una hora y media, cuanto mas tardara mejor, no quería ni verle la cara. Cuando termino Tomas estaba esperándome en la pieza sentado en la punta de la cama.
- Gorda, perdóname ya se que estoy fallando como novio, no sirvo para nada, perdóname.
- Perdonarte que? que te vayas a las 9 de la mañana con tu ex o que te falopees en mi propia casa?
- Perdón la cabeza me iba a mil, el es mejor que yo.
- ¿Quien? levante una ceja esperando su respuesta.
- Paulo, boluda no te das cuenta que esta caliente con vos?. Una carcaja salio de mi, estaba flashando, quería dejarme como la forra siempre.
- Que vos te calientes con todas las pibas que te juntes no quiere decir que sean todos iguales, el pibe es mi amigo, te guste o no, nunca se desubico ni nada por el estilo, es el que esta cuando vos me haces sentir como una basura, es el que me escucha y me aconseja, así que seria mejor que le agradezcas.
- Podemos estar bien gorda? nunca mas va a pasar, me re desubique en fumar acá, te juro que estoy arrepentido, la cague mal.
- Hace lo que quieras Tomas, ya sos grande. La semana que viene me voy a Mar del Plata al desfile que te comente hace un par de meses, queres venir conmigo?
Su mirada cambio, y si, era lo que sospechaba. Trabajo, trabajo y mas trabajo.
- Tengo un par de presentaciones en la Costa, ese día me lo tomo así estoy, te lo prometo.
