Capítulo 1.

6 0 0
                                    


Bueno, supongo que muchos os estaréis preguntando quién soy yo, pues me llamo Lu Quintero, tengo 19 años, vivo y estudio Psicología en España, pero en la universidad en la que estudio me ofrecieron hacer unas prácticas con una duración de 3 meses en un centro de salud mental, si me gustaba la experiencia podía quedarme allí y estudiar a distancia. En principio todo era genial, a mí me parecía una idea estupenda, el problema es que el destino era Colombia, muy lejos de mi familia, pero igual acepté. Y gracias a haber aceptado, conocí al amor de mi vida. Sólo diré eso. Todo lo demás lo verán ustedes mediante vayan leyendo la historia. Bienvenidos. 



Seguí caminando senda abajo por el bosque por el que normalmente solía salir a correr, y mientras mis pies no dejaban de correr ni un sólo segundo, mi mente se encontraba bastante lejos del lugar, en Colombia concretamente. No sabía qué iba a hacer una vez llegara allí, no conocía a nadie. Dejé de pensar en eso y me dirigí de nuevo a mi casa. Mañana saldría mi vuelo a Bogotá y debía estar descansada. 

Al llegar sólo me duché y pedí comida china, y tras repasar que nada se me había olvidado meter en las maletas, me fui a dormir. 


7:43 de la mañana, lunes, Bogotá.

Mi avión aterrizó y bajé, cogí un taxi de camino al que iba a ser mi apartamento. Muy bonito por cierto (el de la imagen). Recibí una llamada de la clínica en la que iba a trabajar. 

  — ¿Hola? -respondí.

— Hola, buenos días señorita Quintero, esperemos que haya tenido un lindo viaje. Le llamamos para comunicarle que precisamos que venga por la clínica para una primera toma de contacto con los pacientes.

— Buenos días, sí claro, estaré allá en media hora, me pasan la ubicación, por favor.

— Claro señorita, hasta luego. 

La clínica quedaba bastante lejos de donde yo vivía. Rápidamente me di una ducha de agua fría para despertarme y me vestí con lo más formal que tenía, una falda plisada color negro algo corta, una camisa blanca de botones y unos tacos negros. Solté mi pelo que caía en cascada de ondas por mi espalda y sólo me pinté los labios de rojo. Estaba lista. Salí del apartamento y cogí un taxi. 

Al llegar, vi la clínica y para nada era como me imaginé, era muy grande y color blanco. Entré y me acerqué a recepción.

— Hola, me llamo Lu Quintero, soy la chica de prácticas.

— Hola señorita. -me respondió una chica muy simpática al parecer. Acompáñeme por acá.

Me llevó una oficina donde me hicieron firmar un contrato de confidencialidad y entonces un señor mayor de traje me dijo:

— Bueno Lu, como dijimos debes tener una primera toma de contacto con los pacientes, y hoy mismo nos llegó una nueva paciente con... digamos... problemas de drogadicción y necesita estabilidad, la trajo su hijo, ella no puede hablar ahora mismo, pero podrás hablar con él. Sebas, entra.

Entró un chico, que me dejó anonadada, era muy bonito, su pelo era castaño oscuro con unas mechas ligeramente rubias. Sus labios tenían un leve tono rojizo y era muy alto. No sabía qué decir.

— Hola, buenos días doctora, encantado, me llamo Sebastián Villalobos. -dijo suavemente acercándose a mí y tendiéndome su mano.

Todo en mí comenzó a temblar y estoy segura de que el lo notó puesto que me sonrió levemente.

Because of the angels. x SV  ❤Where stories live. Discover now