El ¿jefe?

367 27 0
                                    

Al despertar Asmund, salió de la casa y se fue a lavar a un rio para despejar su mente. Mientras Yvette se despertaba en la cama sola y desorientada. Se cambio de ropas y se espero a que regresara ese temible guerrero que la tenía secuestrada. Asmund llego con pasos firmes a las casa, miro a la chica que estaba de espaldas a él, y le cautivo su belleza natural, ella era especial y era prohibida para él. Asmund sabia que era un don nadie, que ella nunca le vería con buenos ojos, y menos dejaría de pensar en su estupido prometido. 

Yvette se dio la vuelta y vio cómo Asmund fugazmente bajo la mirada.

-Hola. - le dijo Yvette tímidamente, con una media sonrisa. 

-¿Quieres comer?- le pregunto suavemente Asmund, sentía que el corazón se le iba a salir en cualquier momento. 

-S..sí, por favor.- Le rugió la barriga a Yvette y eso le causo vergüenza, así que bajo la cabeza, y el sonrío rápidamente. Asmund le acerco pan y leche, se sentaron los dos en la mesa comiendo en silencio, echándose miradas fugaces sin que ni uno ni otro se percatasen. 

Cuando terminaron de comer, Asmund se levanto de la mesa, y le dijo.

-Tenemos que ir a ver al jefe del clan, te espero fuera princesa.- le dijo seriamente, y se fue fuera de la casa a esperarla. 

Yvette temblando salió para fuera y espero a que Asmund le ordenase el siguiente paso. 

-Sube al caballo.- le ordeno el guerreo, y ella se subió al caballo y él se denso detrás de ella. Cabalgaron durante 10 min hasta llegar a la casa del jefe. La casa era enorme, habían varios guardias, cuando entraron había mucho jardín, un enorme jardín precioso, al fondo se encontraba el trono donde estaba sentado el jefe. Yvette le observo tendría unos 45 años más o menos y no aparentaba ser malo ni cruel, pero lo que la princesa no sabia hasta ahora era que las apariencias engañaban. 

-Hola Yvette, acércate. Hace muchos años que no te veo.-le dijo el jefe estirando la mano para poder tocarla, la observaba como si fuera el único pedazo de carne en medio del desierto. 

-¿De qué lo conozco?, señor.- le pregunto Yvette dulcemente.

-Yo soy tu padre, pequeña, tu verdadero padre.-le soltó suavemente el jefe, pero sabia que ese día cambiaria la vida de su pequeña princesa Yvette.

Yvette con los ojos muy abiertos y la boca también, estupefacta a lo que acaba de oír sus oídos, se desmayo con esa información tan dura que le acaban de decir. Pero Asmund fue mas rápido y la cogio en brazos antes de que se estampase contra el duro suelo, y contra la dura realidad que le espera.

La Heredera VikingaWhere stories live. Discover now