capítulo 4

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POV IAN

Voy observando el paisaje, no puedo sacarme la de la cabeza.

Mientras Nathan conduce yo sigo pensando en el encuentro con ella en mi oficina, juro que he estado intentando parar, alejarme de ella pero es superior a mi. Esos ojos azules me vuelven loco.

Hacía tanto que no la tocaba... Que no sentía su piel, el roce de sus suaves manos.

- Señor ya hemos llegado.- escucho la voz de mi chófer.

- Bien. - bajo del vehículo y camino hasta la puerta principal. - Dejo la chaqueta en el recibidor y camino hasta el salón. No se escucha a nadie, el servicio ya se habrá marchado.

Me siento en el sofá y paso las manos por mi rostro intentando sacar de mis pensamientos a Candy.

- Bebé que bien que ya llegaste. - retiro mis manos de mis ojos y observo a Bryanna - te he echado mucho de menos Amor.

Se sienta a horcajadas sobre mi y pasa las manos por mi cuello.

Sin pensarlo dos veces me lanzo contra sus labios y comienzo a besarla desesperadamente.

Después de que la muñeca se fuera de mi despacho cerré la puerta y me tuve que masturbar allí mismo para que bajara la erección que esa zorrita me había provocado, pero no ha sido suficiente y me tengo que desquitar con alguien.

Pongo las manos en su culo y aprieto contra mi.

- Bebé, más lento.- dice contra mis labios - tenemos toda la noche.

Vuelvo a besarla y llevo las manos hasta el inicio de su camiseta.

Paso de los labios a su cuello, mientras le quito la prenda que tapa su torso, la tiro al sofá y me levanto con Bryana en brazos, enreda las piernas en mi cintura. La pego a la pared y mientras continuo besándola. Llevo una de mis manos al broche de su sujetador y en un ágil movimiento consigo desabrocharlo, lo tiro junto a la camiseta y llevo mis labios hasta su clavícula.

Ella acaricia mi cabello y no puedo evitar pensar en que hace apenas unas horas así mismo besaba a Candy. Muerdo su piel y siento como sus manos me separan de ella.

- Amor ya sabes que no me puedes morder. Tengo un pase muy importante y no puedo tener marcas.

Ruedo los ojos y suspiro. Camino hacia las escaleras y luego las subo con ella aún en brazos mientras me besa el cuello y acaricia mis hombros. Me dirijo hacia nuestra habitación y cuando entro al cuarto la dejo sobre la cama y le quito los shorts junto a la ropa interior.

Me tomo unos instantes para observarla; es más pálida que Candy y más alta, más delgada, tiene más pecho pero menos trasero.

¡¿Por que estoy comparándolas joder?!

Me deshago de los zapatos y calcetines para después desabrochar mi cinturón y los pantalones, los cuales caen al suelo.

Me posiciono sobre Bryanna y le beso el cuello y el escote durante apenas unos minutos mientras que ella suspira, cierro los ojos y en mi cabeza aparece la imagen de mi muñeca mirando al techo mientras se mueve contra mi. Ya no aguanto ningún segundo más y me adentro en ella, mientas muerdo uno de sus pezones y sujeto su cadera.

Comienzo a embestir fuerte y, ella está agarrada a mi hombros, escucho como comienza a gemir, son más agudos y altos que los de Candy, casi parecen fingidos.

Lleva las manos a su pelo y su tacto en mi cuerpo desaparece, cierro los ojos, no puedo hacer otra cosa que imaginar a Candy, recordar sus gestos, como me acariciaba, esa manera que tenía de morderse el labio.

Siento que Bryanna está a punto, aumento la velocidad y ella en un último gemido acaba, yo continuo con unas cuantas envestidas más, recuerdo el olor del perfume de mi muñeca, su voz, su tacto.

Candy...

POV CANDY:

Cuelgo la chaqueta en el perchero y dejo las llaves sobre uno de los muebles. Camino hasta el sofá y me tiro en él.

-¿Por qué soy tan tonta?- Agarro uno de los cojines y me lo llevo a la cara para callar un grito.

-¿Un día duro?- me separo del cojín y veo a Bob recargado en una de las paredes, las manos en los bolsillos del pantalón y sin camiseta, dejando ver ese cuerpo tan trabajado y esa hermosa sonrisa que hace que se me olviden todos los problemas.

Me siento sumamente culpable - Si te sirve de consuelo a mí no me pareces tan tonta, solo un poco.- sonríe y camina hacia mi.

-No quiero ir más Bob.- se sienta junto a mi.

-¿No te gusta lo que haces?- si tú supieras...

- No es eso es que creo que no debería estar ahí, es todo muy extraño, no me siento agusto.

-¿Hablaste con Ian como te dije?

Hice más -Si.

-¿Y?

- Cariño es imposible que el y yo nos llevemos bien, no hay manera. - me dejó caer sobre el mullido respaldo.

- No me gusta verte así, iré yo ha hablar con él.

-¿Qué? No, no, no, no. - me incorporo de inmediato - ni te se ocurra ir.

- ¿Pero porque no?  Puedo hablar yo con él Candy, dejaría de molestarte le diré que no hay razón para seguir con esta absurda pelea y que por supuesto tú no tienes culpa de nada.

-No, Bob no quiero que hagas nada, yo lo arreglaré ¿Si? - suspira mientras me mira, acaricio su mejilla - Amor prométeme que no irás a hablar con Ian.- desvía la mirada y no contesta - Va en serio Bob.

- Vale, si, lo que quieras.

- No, prométeme lo.

Me mira y le hago un puchero - Te lo prometo.- dice finalmente.

Acerco mi rostro al suyo y beso suavemente sus labios. La culpa me corroe.

El beso va tornándose más caliente, me separo y me quito la camisa y la falda quedando únicamente en ropa interior.

Coloca las manos en mi cintura pero muy suavemente, no tiene nada que ver con el fuerte agarre de Ian, me pongo sobre él, comienzo a besarle el cuello y acaricia mi espalda. Me llevo las manos hacia el enganche del sujetador y lo desabrocho, tiro la prenda lejos. Bajo las manos por su abdomen el cual está bastante menos tonificado que el Ian, las llevo al botón de su pantalón. Lo desabrocho. Comienza a besar mi cuello hasta que muerde mi hombro de la misma manera que el idiota de Ian lo había echo antes entonces imagenes de él me vienen a la cabeza; como me mira, el sonido de sus gemidos, el aroma de su piel, el sabor de sus besos...

-No puedo.

Me levanto y busco mi ropa.

-¿Candy? ¿Estás bien?- me mira extrañado.

-Si. Es solo que no me apetece.

-Pero si hace nada estabas bien ¿qué pasa? ¿He hecho algo mal?- se levanta y me acaricia la espalda.

Me aparto de inmediato. - No pasa nada. - me siento fatal pero no puedo estar con una persona pensando en otra.

- Pero...

-He dicho que no pasa nada Bob.- me marcho para el cuarto de baño y cierro la puerta. Lleno la bañera y me adentro para despejarme de todo.

- Como te odio Ian.










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⏰ Last updated: Mar 19, 2020 ⏰

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