Capítulo 1

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Capítulo 1

Molly siempre fue una chica sencilla, de aquellas chicas que por no cumplir el canon de belleza que implicaba la sociedad era marginada tanto por los niños como las niñas de su escuela.

Quizás utilizar la palabra "marginación", así tan a la ligera en los tiempos que corren, es algo que por desgracia ya hace todo el mundo.

Por suerte no le faltaba ese círculo de personas que la rodeaban día a día. O eso pensaba ella por aquel entonces, cuando tan solo era una inocente niña.

Los niños a cierta edad solían y suelen ser muy crueles. Mucho más cuando el físico de una persona no se asemeja a lo que ellos contemplan como belleza.

Corría el año 2005 cuando sucedió el primer de muchos encontronazos que tendría aquella niña y protagonista de nuestra historia.

Era invierno, comienzo de un nuevo año, tan solo habían pasado algunos días de aquel mes de Enero, llegó el día de su cumpleaños...

La madre de Molly celebraba una fiesta por su undécimo cumpleaños para sus familiares y amigos del colegio en el que estudiaba.

Molly procedía de una familia humilde y trabajadora que hacía todo lo que estuviese en su mano para que a sus hijos nunca les faltase algo que llevarse a la boca.

Por eso ella siempre recordaría con mucho anhelo todo lo que sus padres hicieron por ella en un futuro. ¡Pero no nos adelantemos!

Aquel día sería muy importante en la vida de aquella niña, estaba emocionadísima de compartir un día tan especial con la gente que aparentemente la quería. Digo aparentemente porque no es oro todo lo que reluce.

Hacia las cinco de la tarde comenzaron a llegar los primeros invitados que al ser familiares de Molly la impregnaban a besos y abrazos en su día especial.

Pero Molly estaba impaciente, ella estaba feliz de que su familia estuviese allí, pero ¿Dónde estaban sus amigos?

Cinco y media de la tarde, las seis, siete y media y por allí nadie aparecía. Absolutamente nadie había ido a acompañar a aquella inconsolable niña por el día de su cumpleaños.

Ya daba todo por perdido incluso ya habían empezado a desmontar la parafernalia para dar por finalizada la fiesta, cuando entró por la puerta un amiguito de Molly Andrew.

A Molly casi le dio un vuelco al corazón cuando lo vio. Andrew no era cualquier niño, era aquel del que llevaba 2 años secretamente colada.

Era un amor inocente, puro, amor de niños. El inconveniente es que Molly nunca había sido correspondida por aquel muchacho. O así lo pensaba hasta ese día.

Andrew se acercó a Molly decidido y tímidamente le planto un beso delicado en la mejilla y a continuación le pidió que fuese su novia.

Ella no cabía en sí misma y sin pensárselo dos veces aceptó. Como si dos niños de aquellas edades tuviesen idea alguna de lo que una relación significara.

Parece mentira como un simple gesto puede arreglar el día a una persona. Por insignificante que sea, no siendo material, sin necesidad alguna de complicaciones. Molly se fue muy feliz a la cama esa noche sabiendo que una persona aunque solo fuese una pensaba en ella y la aceptaba tal y como era.

Pero como toda historia tiene sus pros y sus contras. A la mañana siguiente en el colegio Andrew no miró ni una sola vez a Molly a la cara, ni siquiera se le acercó. Ella no comprendía lo que estaba pasando, ¿Por qué de la noche a la mañana las cosas habían cambiado tanto? ¿Es que había hecho algo malo el día anterior? ¿Es que lo había hecho durante el día de hoy?

Decidida a buscar respuestas se acercó a Andrew y con todo decidido le preguntó por lo que estaba pasando. ¿Por qué la estaba ignorando?

Mejor hubiese sido no preguntar porque la respuesta fue muy dolorosa y traumática para ella.

"Mira Molly, realmente fui a tu cumpleaños por obligación, como tu tío vive cerca de mí, mi madre me ordenó que fuese para no quedar mal. Te pedí que fueses mi novia porque no tenía ningún regalo que ofrecerte y pensé que sería de tu agrado ser mi novia por un día. Sé cómo me miras, pero no podría estar con alguien como tú lo siento esto tiene que acabar aquí."

Escuchar aquellas palabras fue lo que termino por destrozar a Molly, que inmediatamente rompió a llorar al mismo tiempo que corría para que nadie pudiese verla.

Y allí, entre sollozo y sollozo en la puerta trasera del colegio Molly se juró a sí misma que nunca más volverían a reírse de ella de aquella manera. 

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⏰ Last updated: Jan 14, 2019 ⏰

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Días NegrosWhere stories live. Discover now