Eddie no había podido dormir en la noche debido a lo que ocurrió con Richie. Pero ahora, sus pensamientos estaban en un lugar muy diferente, y no le gusta, preferiría mil veces estar pensando en Richie y su adorable cara a estar procesando lo que su madre le acababa de anunciar: Stan había muerto.La noticia le cayó como balde de agua fría en una mañana. Ni siquiera lograba entenderla del todo, de verdad no puede creer que uno de sus mejores amigos estaba muerto, uno de los perdedores. Mucho menos entendía las razones de su muerte.
"Se ha suicidado, Eddie" anuncia su madre, que se había persignado como por décima vez desde que había recibido aquella llamada de la madre del judío "Mañana iremos al psicólogo, Eddie"
Agita un poco su cabeza, confundido "¿Qué? ¿Para qué?"
Lo mira como si fuese lo más obvio del mundo "Edward, me preocupa mucho" comienza a decir "Que tu hayas pasado tanto tiempo con ese muchacho y ahora, míralo, se suicidó. Quizás mañana te dé a ti por hacer lo mismo. Además, los católicos que se suicidan no van a la tierra de los cielos"
Frunce el ceño, ofendido "No me voy a suicidar. Y en el nombre de Stan deberías tener un poco de respeto" se levanta de la mesa "En serio a veces dices cada cosa..." toma su pastillas del mediodía, las mete en su koala y camina hacia la puerta principal "Me voy"
La mujer le sigue "¡Eddie, corazón! Me preocupo por ti" escucha decirle "¡Por favor, vuelve! ¡No has terminado tu desayuno!"
Pero el jovencito de ojos grandes y cabello castaño no se detuvo, estaba molesto por la actitud de su madre y quería evitarla lo más que pudiese, de verdad a veces no podía creer todas las imprudencias que salían de la boca de la mujer que le dio la vida.
Decidió que iría a casa de Richie, sabe que el muchacho nunca se levanta temprano, y eran las casi las diez de la mañana, por lo que probablemente todavía no se ha de haber enterado de lo que ocurrió en las primeras horas de la mañana.
Caminó pensando exactamente lo que le diría, no quería soltarle la noticia sin un poco de anestesia antes. Pero siente que no va a poder contenerse y va a comenzar a llorar apenas esté intentando decirle. Con su madre no ha podido llorar, sus palabras hicieron que su tristeza fuese reemplazada por puro enojo, por lo que toda su tristeza se ha visto oprimida en algún lugar de su cerebro.
Llegó a la casa de Richie, sentía un cosquilleo en su estómago al estar allí, no sabe la razón, pero puede sacar unas cuantas conclusiones. Toca el timbre apenas se para en la entrada, no escucha nada al principio, así que decide volver a tocar, y esta vez, si escucha una respuesta.
"¡Voy!" reconoce la voz de Richie, y su corazón pega un brinco, su voz suena rasposa, probablemente porque acaba de despertarlo.
Al abrir, se encuentra con un Richie con una simple camiseta blanca y bóxers. Eddie intentó mirar hacia otra dirección, sus mejillas iban a explotar de lo calientes que estaban.
"Oh, Eddie..." dice Richie un poco abochornado "Disculpa, acabo de despertar sólo me puse una camiseta y..."
Mirando al suelo "No te preocupes, disculpa por haberte despertado"
Carraspea "No es problema" se hace a un lado "Pasa, siéntate en el sofá, yo iré a mi habitación a ponerme un pantalón"
Asintió "Gracias" le miró a los ojos por primera vez.
Richie le sonrió "Qué adorable te ves sonrojado, quizás deba andar en ropa interior frente a ti más seguido" bromeó.
Rueda los ojos "Anda a vestirte, exhibicionista"
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Shit, I love you - Reddie
FanfictionHan pasado sólo tres años desde que el club de los perdedores logró detener a Eso, aunque sea, por unos veintisiete años más. Ahora todos tienen dieciséis años, es 1992, y siguen tan unidos como son desde aquel épico verano de 1989. Algunos, más u...