El Despertar - Adrinette

Capitulo 26

❝Y aquí estoy, fingiendo que no tengo corazón para que no me lo vuelvan a romper.❞ 

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POV Adrien

A lo largo de la semana me mantuve alerta en todo y cada uno de los sentidos, a la espera de ser interceptado por aquella joven. Repetía los escasos datos que tenia de ella, si bien no sabía quién era sabía lo que buscaría y que también estaba al tanto de Marinette.

Eso me llevaba a preocuparme en aquel aspecto, si iba a tener que mantener a esa mujer cerca debería hacer algo con mi pequeño asunto de ojos celestes. Debía protegerla a como dé lugar, mantenerla aún más escondida y era obvio que necesitaría un nuevo sitio donde atraer a la impostora que me acechaba.

Pensé en el apartamento frío y abandonado que poseía en la ciudad, bello y llamativo, todo lo que necesitaba para mantenerla alejada de mi hogar y de Marinette... Tal vez encontraría la manera de atraer la atención a aquel lugar antes de que aquella dama se me acerque, antes de que sospeche que yo sabía algo.

—Una reunión... —Murmure recostándome sobre el respaldo de mi silla, acariciando lentamente mi mentón.

—¿Cómo? —Pregunto mi padre retirando sus gafas para limpiarlas por onceava vez.

Estaba reflejando la incomodidad que estaba sintiendo cerca mío, pero no lo culpaba, después de todo no era la mejor compañía para alguien. Tampoco los resultados de la última reunión con los jefes ejecutivos de cada categoría lo dejaba muy tranquilo.

—Pensaba en algo... —Respondí girando en su dirección —La empresa no va muy bien, los empleados parecen estar algo... agobiados —El hombre asintió, concordando conmigo —Y tal vez una "reunión" les vendría bien para relajarse... Algo de alcohol, música y comida.

Pareció intentar ocultar una sonrisa mientras apoyaba sus codos sobre la mesa de reunión ahora completamente vacía, exceptuando por nosotros dos.

—¿Adrien Agreste se ofrece a organizar una fiesta? —Un bufido similar a una risa se escapó de sus labios —¿Qué le sucedió a mi hijo y quién eres tú?

Le di una mirada llena de seriedad, enarcando una ceja. Mi paciencia tenía poco tiempo.

—Puedes proponer algo mejor tu entonces.

—Solo bromeaba, niño —Su seriedad volvió casi en su totalidad, cierto brillo en sus ojos me sorprendió —¿A qué se debe tal propuesta?

Mire en dirección a los ventanales, la hermosa ciudad que se hallaba completamente concurrida en un ir y venir frenético de la hora pico.

—Me mudare —Solté con naturalidad —Me interesa regresar a la ciudad, incorporarme nuevamente a la sociedad... Ya tuve suficiente soledad, me gustaría disfrutar mi juventud antes de que sea demasiado tarde —La mentira me picaba en la lengua, aunque una pequeñísima parte de mi realmente anhelaba aquello, lamentablemente no podía traer conmigo a la mujer que quería para esa vida de ciudad sin llamar la atención —Y supongo que una pequeña fiesta es una buena manera de estrenar mi apartamento.

El silencio se depositó entre nosotros más de lo normal, dirigí nuevamente la mirada hacia el hombre. Mi padre me observaba con sorpresa, casi podría decir que se encontraba alegre por la noticia.

—Eso... Eso es increíble, Adrien —Se puso de pie y se acercó —Dios mío, es más que increíble —Me incorpore intentando no sentirme mal por la mentira —¡Esto es un milagro, hijo! Creí que jamás podrías recuperarte de... Recuperarte de eso —No se atrevió a decirlo, a nombrarla.